El remanente hereda la promesa y la responsabilidad que esta lleva (Números 29 y 30)
El remanente hereda la promesa y la responsabilidad que esta lleva (Números 29 y 30)
por: Thalía Castillo
Números 29
Al igual que en el capítulo anterior en este se continúan citando las instrucciones adicionales sobre los corbanot, que el Eterno dio para llevar a cabo en el Mishkán, estas se conocen como musaf, que significa (algo agregado).Se citan todas las ofrendas que debían ser presentadas en cada una de las citas santas, en este caso las de otoño: Yom Terúah, Yom Hakipurim y Sukot, se puede apreciar que eran muchísimas, los levitas tenían una gran responsabilidad que debían cumplir de forma correcta para que el pueblo de Israel fuera acepto delante del Todopoderoso. Todo ello me hace recordar la entrega del Mesías, pues él asumió el peso de nuestras transgresiones para que sin impedimento nos podamos acercar al Eterno, tuvo una enorme responsabilidad que cumplió cabalmente, negándose a sí mismo y haciéndose obediente hasta la muerte, su corbán perfecto, sustituyó todos esos sacrificios que eran entregados cuando existía un lugar físico donde habitaba la presencia del Eterno. Meditar en la entrega de Yeshúa, nos hace estar constantemente agradecidos por el favor inmerecido que hemos recibido y a su vez nos recuerda la importancia de valorar su obra siendo obedientes al Eterno, poniendo en práctica su instrucción cada día de nuestra vida y purificándonos por medio del Aliento Santo y la palabra del Eterno, que son las aguas que tenemos para limpiar nuestro camino, para que cuando regrese Yeshúa seamos hallados con vestiduras blancas y tenidos por dignos de su gran salvación.
Números 30
Núm. 30:1 Habló Moisés a los jefes de las tribus de los hijos de Israel, diciendo: Esta es la palabra que YHVH ha ordenado:
Núm. 30:2 Cuando un hombre haga voto a YHVH, o jure imponiéndose una promesa, no quebrantará su palabra. Todo lo que salga de su boca lo cumplirá.
Como hemos estudiado en ocasiones anteriores los votos son una de las 5 formas de dar al Padre, sabemos que tienen vigencia pues aún podemos comprometernos con el Eterno a hacer u ofrecerle algo.
Voto: H5087nadár
raíz primaria; promesa (pos., hacer o dar algo a Dios):-(hacer, pagar) votos, prometer, voto.
Jure: H7621shebuá
participio pasado femenino de H7650; propiamente algo jurado, i.e. juramento:-conjurarse, juramento solemne, maldición.
El tipo de voto al que se refiere este capítulo era a cuando una persona se comprometía a ofrecer una entrega o servicio en lo relacionado a la Tienda de Reunión, los hombres no podían retractarse, ya hemos citado el ejemplo de Jefté quien juró al Eterno darle lo primero que saliera de su casa cuando regresara de la batalla, y hacer este voto luego le pesó en su corazón, pues fue su única hija quien salió a recibirlo. Por eso es muy importante que si vamos a hacer un compromiso con el Padre no sea dirigido por una emoción, que es algo pasajero, sino más bien porque estamos realmente convencidos y pese a las circunstancias no vamos a cambiar, como dice el Salmo 15: 4 el que aun jurando en daño suyo no por eso cambia, sino que es firme. Como enseñó el Mesías que nuestro sí sea si y nuestro no, no, con madurez y compromiso.
Por otra parte en Deuteronomio 23:21-23 dice:
21 Cuando hagas algún voto a YHVH tú Elohim, no tardes en cumplirlo, porque ciertamente YHVH Tú Elohim, lo demandará de ti, y te será por pecado.
Deu 23:22 Mas si te abstienes de formular votos, esto no será en ti pecado.
Deu 23:23 Pero lo que salga de tus labios, lo guardarás y cumplirás, conforme prometiste a YHVH tú Elohim, pagando la ofrenda voluntaria que prometiste con tu boca.
Este pasaje nos aclara que hacer un voto o promesa al Eterno, no es un mandamiento, el Creador no nos pide hacer votos, lo deja a nuestra elección, pero lo que sí nos exige es, que si lo hacemoscumplamos con lo que prometemos sin tardar. Y nos podemos preguntar ¿por qué Él le confiere tanta importancia a esto? Si estudiamos la forma de obrar del Eterno durante la historia de la humanidad, es a través de pactos y promesas y vemos que las cumple, Él es firme y sus promesas son en Él sí y en Él amén, y si Él siendo el Creador no cambia y cumple lo que promete, nosotros como sus creaturas debemos actuar del mismo modo, con firmeza, rectitud y responsabilidad tanto con Él como con nuestro prójimo.
Ahora vamos a ver una ordenanza un poco diferente para el caso de las mujeres que están bajo autoridad. Como sabemos el Eterno ha establecido un orden que lo encontramos también en el Brit Hadashá, donde Shaúl explica el por qué las mujeres debemos usar señal de autoridad sobre la cabeza, debido a que estamos bajo cobertura.
Primeramente está el Eterno, quien es la cabeza del Mesías, luego el Mesías el cual es la cabeza de la congregación, donde a su vez es la cabeza del varón y el varón la cabeza de la mujer y por ende de sus hijos.
Versículos 3-5
Si una jovencita ya con conocimiento y conciencia se comprometía con el Eterno a hacer algo, para que esto fuera llevado a cabo debía tener el consentimiento de su padre, si él aprobaba entonces no había impedimento pero si no, no podía ser cumplido. Su padre se podía oponer si quizás este compromiso afectaba a la doncella en algo.
Esta instrucción protege a la joven y bueno hoy día lo podemos aplicar tanto para jovencitos como para jovencitas, pues sabemos que es una etapa un poco complicada, donde debido a la inexperiencia se pueden tomar decisiones precipitadas, muchas veces dirigidas por las emociones, siempre es muy necesario la supervisión de los adultos, puesto que han vivido más y tienen mayor experiencia, nuestros padres jamás van a querer un mal para nuestra vida, al contrario sus restricciones y consejos nos evitan muchísimos problemas.
El consejo de los padres y mayores es importantísimo y más cuando son personas que tienen la Tórah, pues como jóvenes necesitamos ser guiados, como dice en Tito 2, que las ancianas enseñen a las más jóvenes, a amar a sus esposos y a sus hijos, a ser cuidadoras de su hogar, a ser prudentes etc, asimismo que los jóvenes fueran instruidos para ser prudentes, serios e íntegros, para así llegar a ser adultos firmes y coherentes que puedan asumir sus responsabilidades sin ser inconstantes y así continuar instruyendo a las próximas generaciones.
Versículos 6-8
Vemos que el Eterno siendo el Creador respeta el orden que Él estableció y la autoridad que le otorgó a los varones, pues se preocupa por la familia, no debemos ver esto desde una perspectiva feminista donde se cree que el Eterno siempre favorece al hombre, pues la mujer no estaba impedida de hacer votos, ambos tienen la misma oportunidad, más bien el Eterno está protegiendo a la mujer, pues se dice que a veces el sexo femenino tiende a ser más emocional que el más masculino y esto no quiere decir que las mujeres no sean sabias y que no puedan tomar decisiones correctas, pero cada uno tiene su papel y función y el hombre es responsable de ser el ministro de su hogar y la mujer está bajo la autoridad de su esposo, por ende si se comprometía a hacer algo que pudiera ser imprudente, el varón debía detenerla, y aunque quizás la mujer no hiciera un voto con mala intención, pues a lo mejor quería dedicarse enteramente al servicio, si esto dañaba la integridad familiar, su esposo debía impedirla, pues como esposa su primer ministerio es su familia.
Por eso es muy importante cada día de nuestra vida estar llenándonos de la palabra del Eterno para cuando tomemos una decisión esta sea acertada y no guiada por una emoción. Cuando estudiamos la instrucción del Padre y la ponemos por obra, vamos creciendo en madurez y en el caso de las casadas sus decisiones serán aprobadas por sus esposos porque irán en concordancia con la escritura y el ejemplo del Mesías. Ejemplo de Ana (Hanah).
Versículos 9-15
Como las divorciadas y las viudas no estaban bajo autoridad sus votos y promesas eran irrevocables, así como el varón. Debían ser responsables de lo que prometían. Por eso lo mejor es lo que nos enseñó Yeshúa, no jurar sino actuar, que nuestro si sea sí y nuestro no, no. Si decidimos dedicarle algo al Eterno, no hay necesidad de jurar, solo ser firmes y llevarlo a cabo.
Por su parte el hombre también debía ser diligente a la hora de corroborar o no el voto de su mujer, sino cargaría con la culpa. Por tanto el varón debía conocer bien Tórah y ser responsable para cumplir correctamente su papel, sin irse a los extremos, ni ser muy severo, que sin analizar las cosas desapruebe todo lo que diga la mujer, pues ya eso es machismo y la mujer debe ser tratada como vaso frágil, pero tampoco ser demasiado sumiso pues sino frenaba a tiempo una decisión incorrecta su familia podía sufrir las consecuencias y él cargaría con la culpa.
En conclusión estos capítulos nos enseñan la importancia de esforzarnos por presentarnos aprobados delante del Padre, pues somos templo de su presencia, debemos acercarnos a Él por medio de Yeshúa nuestro corbán perfecto, entregándole lo mejor de nuestras vidas, nuestro tiempo, oraciones, exaltaciones, en fin ofreciéndole un servicio completo, esos son los corbanot espirituales que nos pide hoy el Eterno y de los cuales se agrada
Por último la importancia de ser responsables y conscientes de nuestro compromiso con el Padre, y de que debemos responderle con integridad y verdad, siendo firmes en lo que prometemos, sin que la emoción nos guie, sino con madurez y entendimiento.