El verdadero Korban oprimido y negado para cumplir lo profetizado (Marcos 14: 12-72)

Por: Thalía Castillo

V 12-25 El Mesías y sus discípulos celebraron Pésaj, un momento muy crucial pues esta festividad ya no haría alusión solamente a la salida del pueblo de Israel de Egipto, sino a la entrega que Yeshúa estaba a punto de hacer, él era ese cordero (corbán) que sería sacrificado para darnos libertad de todo lo que nos esclaviza en este mundo, para que podamos servir al Eterno de forma plena tal y como Él pide, también es ese pan sin levadura, sin contaminación que sería oprimido, del cual debemos comer, es decir imitarlo, las yerbas amargas representan sus padecimientos y el vino , la sangre del pacto, que fue derramada para darnos redención. Durante esa celebración Yeshúa declaró que uno de sus discípulos lo iba a entregar refiriéndose a Yehudá (Judas) y también el juicio que este recibiría por su traición, este hombre se había puesto de acuerdo con los principales líderes religiosos de la época para entregarlo a cambio de dinero. Estos acontecimientos ya habían sido profetizados de antemano y aunque la profecía se tenía que cumplir, Yehudá podía decidir no ceder a sus deseos y actuar de forma diferente. Por esta razón en el estudio de este capítulo se aclaró el tema de la predestinación, debido a que no es la voluntad del Creador que el hombre se pierda, Él nos da a todos la oportunidad de elegir el camino correcto y regresar a Él, incluso a Caín se la dio.

2Pedro 3:8-9 Pero amados, no ignoréis esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 9 El Señor no retarda la promesa, como algunos la consideran tardanza, sino que es paciente hacia vosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

Pero como el Creador conoce el corazón del hombre, sabe de antemano cual va a ser su proceder y por eso lo anuncia a través de los profetas. En nuestras manos está elegir el bien para que tengamos vida.

Deuteronomio 30:19-20 Hoy mismo llamo por testigos contra vosotros a los cielos y a la tierra, de que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge pues la vida, para que vivas tú y tu descendencia, 20 amando a YHVH tu Elohim, obedeciendo su voz y siéndole fiel. Porque Él es tu vida y prolongación de tus días, para habitar en la tierra que YHVH juró dar a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob.

V26-31Como parte del seder de Pésaj acostumbraban a concluir cantando salmos, seguramente entonaron salmos proféticos mesiánicos alusivos a la festividad, en un comentario del Strong se dice que tradicionalmente se cantaban del Salmo 115 al 118. Nosotros como creyentes también cantamos salmos durante la celebración, por ello entendemos que cuando en este versículo se menciona que cantaron un himno se refiere a los salmos, los cuales no tienen nada que ver con los himnarios que se utilizan en la actualidad en los sistemas religiosos.

Cuando terminaron, subieron al Monte de los Olivos, también llamado monte Olivete, que está ubicado en el Valle de Cedrón al este de Jerusalén.

Yeshúa cita la profecía que se encuentra en Zacarías 13:7 ¡Oh espada, levántate contra mi pastor, Y contra el hombre compañero mío!, dice YHVH Sebaot. ¡Hiere al pastor, y sean dispersadas las ovejas, Y volveré mi mano contra los pequeñitos!

En la vida del Mesías tenía que cumplirse lo anunciado por los profetas, es sorprendente como toda la escritura desde la Tórah, los Salmos y los Profetas nos va llevando a Yeshúa, nadie podía llevar a cabo de forma tan exacta la profecía, solo él lo hizo porque esa era la voluntad del Creador. Al anunciar la profecía entendemos que Eterno no quería que los discípulos se dispersaran sin razón, sino que sabía que por causa de la debilidad humana que tenemos lo harían. Además de que detrás de todos estos acontecimientos había un propósito mayor, que hoy lo podemos entender, la redención de las almas. Y la confirmación fue la resurrección del Mesías. Ellos no iban a quedarse dispersos y sin entendimiento, sino que luego de que Yeshúa fuera levantado volverían a unirse, recibirían la gran comisión y serían ungidos con el Aliento Santo para llevarla a cabo.

Los emisarios querían evitar los padecimientos del Mesías, ellos estaban seguros de que permanecerían con él pese a cualquier circunstancia, pero como comentaba ellos aún no entendían del todo cuál era la voluntad del Eterno, si nos ponemos en su lugar pensando de forma terrenal no querríamos tampoco que nada le aconteciese y quizás actuaríamos del mismo modo diciendo que pondríamos nuestra propia vida si fuera necesario, pero el Todopoderoso quería que el Mesías pasara por esa aflicción, y conocía que los discípulos sentirían temor debido a su humanidad. Por otro lado, ellos no sabían la magnitud de lo que iban a ver llegado ese momento donde serían amenazados de muerte. Y aunque Kefa rápidamente porfía porque él se sentía firme, tuvo miedo y luego lo negó 3 veces como veremos más adelante. Aunque Yeshúa sabía que sus discípulos lo amaban, les advirtió lo que acontecería para que estuvieran preparados y también para que cuando pasara, no se dejaran dominar por el temor y volvieran a reunirse para esperar que él fuera resucitado.

Lucas 22:31-34 Simón, Simón, he aquí Satanás os reclamó para zarandearos como a trigo. 32 Pero Yo rogué por ti que no desfallezca tu fe. Y tú, cuando hayas vuelto, fortalece a tus hermanos. 33 Pero él le dijo: Señor, no sólo estoy dispuesto a ir contigo a la cárcel, sino también a la muerte. 34 Pero Él dijo: Te digo, Pedro, que el gallo no cantará hoy, sin que tú hayas negado tres veces que me conoces.

Kefa se apresuró al hablar y no se detuvo a escuchar atentamente las palabras del Mesías, sino que lo contradice. En primer lugar, su actitud me hizo reflexionar en el comportamiento que muchas veces como jóvenes tenemos cuando nuestros padres nos están exhortando, pensamos que tenemos la razón y respondemos sin analizar, pero luego cuando sufrimos la consecuencia nos damos cuenta de que era cierto. Es importante que aprendamos a escuchar, que por mucha disposición que tengamos y que nos sintamos muy capaces, no nos dejemos llevar por nuestras emociones, sino que nos detengamos a analizar, a escuchar el consejo, a indagar qué dice la escritura, y que utilicemos nuestro ímpetu para servir al Eterno de la forma correcta, pues es lo que va a traer la verdadera bendición a nuestra vida. Santiago 1:19 Sabed, mis amados hermanos: Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira; Más adelante en la vida de Kefa vemos que él aprendió a dominarse a sí mismo, y enfocó todas sus fuerzas en anunciar la buena nueva, y así se mantuvo hasta el fin

 Por otro lado, vemos que se cumple lo que dice en 1Corintios 10:12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. Es necesario que nos mantengamos constantemente velando, no podemos confiar en nuestra propia fuerza, sino como aconsejaba Shaul tenemos que tener cordura, y examinar nuestra vida cada día a través de la escritura. No nos dejemos llevar por nuestra emoción, ni desviemos nuestra atención de la verdad sino aferrémonos al Eterno, pues es él quien nos da fortaleza por medio de su Ruaj para vencer nuestras debilidades.

V32-42Yeshúa era consciente de la voluntad del Eterno, él sabía todo lo que tendría que padecer, vemos aquí una contraparte a la actitud de Kefa, él escuchó a su Padre y estaba seguro de cumplir su voluntad, aunque también se encontraba en condición de hombre, allí se hizo presente su naturaleza humana y comenzó a angustiarse mucho, experimentó en su propio ser una enorme tristeza. En su condición celestial de Ben Elohim él no había tenido que pasar por esas aflicciones, pero en ese momento estaba sintiendo el peso de la iniquidad de toda la humanidad, todo lo que nosotros hubiésemos tenido que vivir. Es un ejemplo de entrega completa, vivió un momento muy difícil pero siempre puso la voluntad del Eterno en primer lugar, se negó a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte.

Los discípulos estaban muy cansados y no pudieron velar mientras Yeshúa oraba. El Mesías los exhorta a velar y orar para no entrar en tentación, pues el ruaj a la verdad está dispuesto pero la carne es débil. Estas palabras también nos exhortan a nosotros a prepararnos, a cuidar nuestra salvación con temor y temblor en obediencia y santidad. Pues que nuestra carne sea débil no es una excusa para ceder al pecado, al contrario, nos anima a esforzarnos más. Así como lo hicieron los discípulos luego de la entrega del Mesías, y que a su vez nos aconsejaron en sus cartas a hacer morir lo terrenal y mantener limpias nuestras vestiduras.

Colosenses 3:5-7 Haced morir pues lo terrenal en vuestros miembros: Fornicación, impureza, pasión desordenada, deseo malo, y la avaricia, que es idolatría; 6 cosas por las cuales viene la ira de Elohim, 7 en las que también vosotros anduvisteis en un tiempo, cuando vivíais en ellas.

Romanos 6:1-2 ¿Qué pues diremos? ¿Permanezcamos en el pecado para que la gracia abunde? 2 ¡De ninguna manera! porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?

Romanos 6:11-13 Así también vosotros, consideraos muertos al pecado, pero vivos para Elohim en el Mesías Yeshúa. 12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que obedezcáis a sus concupiscencias; 13 y tampoco presentéis vuestros miembros como instrumentos de iniquidad para el pecado, sino presentaos vosotros mismos a Elohim como viviendo fuera de los muertos, y vuestros miembros a Elohim como instrumentos de justicia.

V43-65 El arresto de Yeshúa fue de forma injusta y encabezado por su discípulo Yehudá quien para entregarlo le besó, un acto traicionero e hipócrita hacia su maestro, pero Yeshúa no quiso defenderse, él podía incluso orar para que el Eterno mandara a sus malajim, pero no lo hizo porque sabía que estaba en camino a cumplir la voluntad del Padre, la escritura se tenía que cumplir.

Durante el juicio le levantaron falsos testigos para acusarlo, pero sus testimonios no concordaban entre sí, mas él no contestaba nada para defenderse. El Gran Ministro una y otra vez le preguntaba hasta que lo acusó de blasfemar y rasgó sus vestiduras, porque Yeshúa le dijo que era el Hijo del Eterno y que lo verían a la diestra de la majestad del Eterno y viniendo en las nubes con sus malajim. En fin, vemos que ellos no comprendían la profecía, ni querían aceptar que ese era el Mesías enviado. Al contrario, llenaron de odio, envidia y no pararon hasta verlo morir.

V66-72 Kefa aunque desde lejos seguía el Mesías, tuvo miedo cuando comenzaron a decirle que era uno de sus discípulos y lo negó 3 veces. Cuando el gallo cantó se lamentó porque se dio cuenta de que era real lo que Yeshúa le había dicho, ahí se hizo presente su debilidad humana, pero él no se quedó en ese estado, ni se auto justificó, sino que reconoció su error y se esforzó mucho en cumplir lo que Yeshúa le había mandado y en sus cartas nos deja este gran consejo.

1Pedro 2:11-12 Amados, os ruego, como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, 12 manteniendo digna vuestra manera de vivir entre los gentiles, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, exalten a Elohim en el día de la visitación, a causa de vuestras buenas obras.