Elegidos para arrebatar el reino y permanecer en él (Mateo 11)
Por: Thalía Castillo
Mateo 11
V1: Cuando Yeshúa envía a sus discípulos a las ciudades de Israel para llevar la Buena Nueva al pueblo, él se va entonces a las ciudades ellos a continuar enseñando, al parecer lo hizo de esta forma para que los vecinos de ellos no los recriminaran y dudaran del mensaje por su pasada vida, pues como él mismo menciona más adelante: ningún profeta tiene honra en su propia tierra(Mateo13:57), debido a que él también tuvo que vivir la incredulidad de las personas de su propia ciudad.
V2-19 Yohanán estaba preso y mandó a dos de sus discípulos a preguntarle a Yeshúa si él realmente era el Mesías o si tendrían que esperar a otro. A simple vista pareciera que Yohanán tenía dudas, pero ¿cómo podría él dudar?, si él fue el primero en declarar que Yeshúa era el Cordero de Elohim que vino a quitar el pecado del mundo, y además en la inmersión de Yeshúa escuchó la voz del Todopoderoso diciendo que ese era su hijo amado en quien tenía complacencia; realmente él no estaba confundido, ni dudaba, sino que su intención era que a sus discípulos les quedara claro que ya estaban delante del Mesías esperado y por eso manda a 2 testigos, pues como dice en la Torah (Números 35:30, Deuteronomio 19:15, etc) de la boca de 2 testigos queda firme todo asunto, y ambos pudieron escuchar las palabras de Yeshúa y ver sus obras, que declaraban que él era el Enviado del Eterno. Muy dichosos fueron los que creyeron.
Cuando se retiraron estos hombres Yeshúa comienza a hablar de Yohanán diciendo que ese era aquel Elías que habría de venir a preparar el camino delante de él, y así lo hizo, por eso el Mesías menciona que fue el mayor de los profetas debido a que Yohanán lo vio a él, pero que es el menor en el reino de los cielos puesto que él partió antes de la entrega del Mesías, que es el medio que el Padre estableció para entrar en su reino, desde sus tiempos solo los valientes lograban arrebatar el reino y permanecer en él. ¿Qué es el reino? El reino es la voluntad del Eterno establecida en las vidas de todo aquel que cree por medio de su hijo; quien está dispuesto a obedecer la voluntad del Todopoderoso, negarse a sí mismo y perseverar en ello hasta el fin, es un valiente que ha logrado arrebatar el reino.
El Mesías deja claro que todos los profetas profetizaron hasta Yohanán, es decir que dijeron todo lo que era necesario decir hasta su venida, pero a pesar de ello aquella generación era inconforme, solo los que tenían oídos para oir (un corazón humilde y dispuesto) le oyeron, el resto permaneció en incredulidad, no querían creer, a Yohanán lo menospreciaban y ofendían y a Yeshúa lo criticaban e intentaban tentarlo, pero al final los resultados de la obra que ellos llevaron a cabo dirigidos por el Aliento Santo demostraron la sabiduría del Eterno y confirmaron que realmente hacían la voluntad del Padre, pues hasta hoy se aprecian los frutos de su labor.
V20-24 Yeshúa comenzó a reprocharles a todas aquellas ciudades que habían presenciado innumerables milagros y prodigios pero que a pesar de ello no se volvieron al Creador, sino que permanecían en tinieblas porque no le creían y aunque tuvieron el privilegio de tener la luz como ningún otro lugar la tuvo, no aprovecharon el gran favor que les fue mostrado; muchas de esas personas fueron sanadas y liberadas y aun así no tuvieron la gratitud de regresar al Eterno, en ese momento el pueblo de Israel quedó divido en 2 grupos, los creyentes y los incrédulos, estos últimos recibirán el juicio del Todopoderoso, un castigo mayor que las ciudades paganas de la antigüedad que fueron más humildes que ellos y este aspecto es una gran exhortación a aprovechar ese regalo que hemos recibido nosotros también, debemos permanecer en el reino del Eterno, ser agradecidos, obedientes, esforzados y valientes.
V25-26 El Eterno les reveló el reino acercado por medio de su hijo a los humildes, aquellas personas que se hacen pequeñas negándose a sí mismas por amor al Padre, por eso Él se agrada de ellos, el Todopoderoso considera a los humildes y a su vez por medio de su hijo se da a conocer a ellos. A través de Yeshúa todos los que hacemos teshuvá podemos tener comunión con el Padre, y este regalo es nuestra fortaleza, porque a pesar de lo hostil del mundo y su sistema y del cansancio que este pueda generar en nuestra vida, encontramos descanso y Shalom en las palabras del Mesías y en la esperanza celestial; todas las cargas son disipadas cuando con mansedumbre y humildad nos sometemos a su voluntad y le obedecemos, experimentamos verdadera libertad para servir al Creador.
Una familia que cumple, bendice y cree en el siervo escogido Yeshúa (Mateo 12)
V1-8 El Mesías estaba muy activo todos los Shabat, él continuaba con su labor de llevar la buena nueva al pueblo de Israel, enseñaba, sanaba, liberaba, etc, y sus discípulos le acompañaban a donde quiera que iba, uno de esos Shabatot estos tuvieron hambre y arrancaron espigas para comer, Yeshúa vio esta necesidad humana y tuvo compasión de ellos, no fue rígido, ni intransigente, sino que los entiende y se los permite, cabe aclarar que ellos no dejaron la enseñanza por comer sino que estaban tan enfocados en su servicio que ni tiempo les quedaba para consumir sus alimentos, y por ello el Mesías hace esta permisión, debido a que conservar la vida es una causa mayor, pero los fariseos no lo comprendían de esta forma, y consideraron este acto como una transgresión, Yeshúa les pone el ejemplo de David y sus hombres cuando consumieron los panes de la proposición que solo era para los ministros, pero debido a la necesidad de preservar sus vidas lo hicieron y no les fue contado como pecado delante del Creador, o en el caso de los ministros que laboraban en el templo el Shabat , todo por una causa mayor. El Mesías intentaba hacerles entrar en razón, pues, aunque guardar el día de reposo es importante, conservar la vida de un ser humano lo es aún más. Cada mandamiento tiene su aplicación correcta y Yeshúa era quien se la sabía dar, y como él mismo dijo, primero está la misericordia, es decir hacer el bien antes que los sacrificios haciendo alusión a todas las obras religiosas que realizaban los fariseos solo para seguir su tradición y no por amor al Eterno y a su prójimo.
V9-14 Nuevamente Yeshúa les enseña que primero está la misericordia; sanar y ayudar a una persona que lo necesita está permitido en Shabat, pero algunos de los religiosos lo consideraban una transgresión, preferían dejar padecer a una persona solo porque era día de reposo antes que auxiliarla, pero el Mesías evidencia la hipocresía de ellos al decirles que a sus animales si los ayudaban aunque fuera Shabat , pero a su prójimo no, a pesar de que el valor de los hombres es mucho mayor y en medio de ellos sanó a un hombre, poniendo el ejemplo de que la prioridad es hacer bien. La reacción de los religiosos no fue el agradecimiento, ni la humildad sino el odio, su deseo de destruir a Yeshúa creció aún más. De esta porción aprendemos que la Tórah la debemos guardar para bendecir, tanto nuestras propias vidas como las de otros, sin caer en la religiosidad, sino actuando en todo tiempo con justicia, integridad y amor.
V15-21 Yeshúa era el siervo escogido del Eterno, aquel que había sido anunciado por los profetas, él no buscaba la fama, ni el reconocimiento de los hombres, sino que su enfoque estaba en cumplir la voluntad del Padre, de este modo también cumplía lo que estaba profetizado acerca de él.
V22-37 Yeshúa sanó a un endemoniado, el cual recobró la vista y el habla, pues estaba oprimido por un espíritu inmundo que operaba en él; todos los que los presenciaron quedaron atónitos pero los fariseos con el ánimo de desacreditar a Yeshúa dijeron que él expulsaba los demonios por el maligno, pero el Mesías les deja en claro que el adversario no puede estar divido contra sí mismo y da a entenderclaramente que el maligno fue atado y que él por el Aliento Santo estaba limpiando las vidas de todas aquellas personas que se encontraban en tinieblas y opresión. Los fariseos mismos se contradecían al emitir estas acusaciones, pues sus hijos también hacían milagros que ellos le adjudicaban al Eterno, es por ello que Yeshúa les dice que su blasfemia contra el Ruaj del Eterno no les sería perdonada.
Encontramos en esta porción una exhortación a cuidar nuestras palabras y a dar buenos frutos de la semilla (la palabra) que fue plantada en nuestros corazones.
V38-42 A pesar de todos los prodigios y milagros que realizó el Mesías, los escribas y fariseos le pedían una señal, pero Yeshúa sabía que por más señales que hiciera ellos no le creerían porque esperaban un Mesías conforme a su tradición y no estaba dispuestos a cambiar su forma de pensar, por ello Yeshúa les dice que solo les sería dada la señal del profeta Jonás, refiriéndose a su muerte y resurrección.
V43-45 En esta porción el Mesías hace alusión a aquellas personas que él estaba limpiando, pero, aunque en su momento quedan limpias, luego no hacen teshuvá, ni le creen a él y por eso su estado posterior se torna peor, tal como les pasó a muchos de aquel liderazgo religioso que se convirtieron en la higuera estéril y maldita por Yeshúa.
V46-50 El Mesías deja en claro quiénes son su verdadera familia, solo aquellos que tienen como prioridad hacer la voluntad del Padre, es nuestro deber como creyentes procurar permanecer en la familia del Eterno, obedeciéndole, santificándonos y velando en todo tiempo.
1Tesalonisenses 5:23-24. 23 Y el mismo Elohim de paz os santifique completamente, y todo vuestro ser: espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible en la venida de nuestro Adón Yeshúa, el Mesías. 24 Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.