Lucas 1
Jackeline Jiménez P.
AUTORÍA DE LUCAS(En Hebreo “Hilel”): El evangelio es anónimo, puesto que no está firmado; pero ha sido atribuido tradicionalmente a Lucas, el «médico querido» al que alude Pablo de Tarso en su Epístola a los colosenses. La atribución a Lucas de entre todos los discípulos de Pablo se basa en parte en que su Evangelio es el que utiliza más términos médicos. De ahí el nombre con el que es generalmente conocido. Según la tradición, aunque Lucas nunca conoció a Yeshúa o fue su discípulo, tras su conversión a la fe mantuvo contactos frecuentes con Pedro y Marcos. También quizá conoció a María. Esto le permitió narrar en su Evangelio, numerosos hechos de la infancia de Yeshúa (como la Presentación del Niño en el templo). La mayoría de los autores sitúan la composición de este evangelio en la década de los 80 d.C. Sin embargo, las dataciones más tardías tienen que explicar varios datos que parecen sugerir una datación anterior como del año 60.
LUCAS 1:1-4 INTRODUCCIÓN A LA BUENA NUEVA: Lucas reconoce e investiga al respecto dejándonos su redacción de la buena nueva=evangelio según “Lucas”. Característico por sus detalles y profunda investigación de los hechos, narrados desde un principio, para que no quedara nada más como algo que se contaba o se decía por testigos; sino algo confirmado en su investigación. Teniendo como propósito no solo dar a conocer, sino también erradicar la falsedad enseñada por los hombres, como era el caso de “Teófilo” quien se menciona ser instruido en esa falsedad, y a quien se le dedica tanto este evangelio, como el libro de los Hechos; Teófilo ha dado lugar a diversas hipótesis, entre las cuales destacan que se trataba tanto de una persona, o de un epíteto/ título de honor.
TÍTULO: CRECIENDO EN EMUNAH (FE), Y FORTALECIDOS POR EL CREADOR PARA CUMPLIR EL LLAMADO.Se muestra un aspecto importante de “crecimiento y a su vez fortaleza” pero no solo en cuestión física de “crecer” o una fuerza “humana”; sino más allá de esos estereotipos, crecer en lo importante=emunáh(fe) y esta no solo es creer, conlleva a la acción. Por otro lado la fuerza para llevar a cabo cada acción proviene únicamente del Creador, teniendo como finalidad “cumplir el llamado”. Un llamado que cumplieron ciertos personajes y que a pesar que no tengamos el mismo llamado en hacer lo mismo que hicieron, o de esa magnitud u forma específica, sí que tenemos un llamado al que atender con fe y fuerza del Creador.
LUCAS 1:5-25 JUAN EL BAUTISTA: Lucas a diferencia de otros evangelistas, narra sobre Juan desde antes de su existencia en la tierra e incluso antes de estar en el vientre de su madre que llevaba por nombre “Elisabeth”, y al igual que algunas de las matriarcas de la biblia era “estéril” y de avanzada edad, así como su esposo “Zacarías”. Sin embargo, a pesar de la edad y dificultad para concebir, el Padre les daría la fortaleza sobrehumana para cumplir este llamado. Por otra parte, se ve la incredulidad de Zacarías en creer el mensaje del Creador a través de un ángel de nombre “Gabriel”; por causa de su incredulidad quedaría sin habla hasta que eso fuera una realidad (Vv. 24 y 25). Un aspecto importante es que ambos se menciona que eran justos ante el Creador, de ascendencia Levita según los datos de Lucas; Eso explica el que Zacarías fuese sacerdote y ministrara en el templo, siguiendo la costumbre u orden de servicio, en el que le tocó ofrecer incienso y ahí se le anuncia el nacimiento de Juan.
Algo importante es que Juan no sería una persona “normal-común”, este fue lleno del Espíritu Santo desde su concepción en el vientre de su madre, y se entiende según los (Vv 15-17) de Lucas, cuál era su propósito/llamado de acuerdo a la profecía Malaquías 4:5. Además de que tenía el voto conocido en hebreo como “Natzir” por las prohibiciones que se le dieron, descrito desde la Torah en Números 6.
LUCAS 1:26- 38 EL ANUNCIO: Un anuncio más es el nacimiento de Yeshúa, a quien se le conoce erróneamente como “Jesús”, incluso de esa manera aparece en las traducciones; Sin embargo el nombre que se le dio fue “Yeshúa” que significa salvación, justo eso tenía mucho que ver con él y lo que haría. Tomando en cuenta el mismo principio que vemos en el caso Elisabeth “Nada hay imposible para el Creador. ” Se vuelve a repetir en el caso de María en el Hebreo H4813″Miriam” esta mujer no era estéril, ni tampoco de una edad avanzada, sin embargo era virgen o doncella, pero aun así quedaría embarazada de manera sobrenatural.
El hecho de que fuese virgen cumplía con la profecía de Isaías 7:14, esto se confirma por la cultura hebrea y algunos judíos hasta hoy, donde a pesar del compromisoaun no se había completado o unido completamente, sino que se estaba en una espera de consagración. Todo ello a diferencia de quienes buscan negar a Yeshúa como el Mesías, yendo muy lejos al plantear una supuesta violación a Miriam por un romano.
Este niño sería “Hijo del Altísimo”pero de parte de sus padres biológicos “José y María” tenía ascendencia de davídica y Levita, eso no cambiaría su origen celestial, y que cuando creciese heredara el reino más que físico, de David quien se menciona como su padre, de una manera más que literal pues el mismo Yeshúa responde en Mateo 12:35-37David mismo llama al Mesías “Señor”, ¿cómo entonces puede él ser su hijo?. De esta manera el que se mencione a David como su padre refiere a que como él sería rey.
LUCAS 1:39-56 MIRIAM Y ELIZABETH:María visita a Elisabeth quien para ese entonces ya tenía 6 meses de embarazo, en ese momento Elisabeth comenzó a proferir palabras no guiadas por emociones, sino por el Alinto Santo dijo: Lo bendecida que era Miriam por llevar a Yeshúa en su vientre, y que en cuanto saludó Juan saltó de alegría desde su vientre, misma alegría de Elisabeth al ser visitada por la madre de quien sería el “señor” de Juan y alguien mayor que él. Sus últimas palabras son parte de la oración de Ana en 2da de Samuel: “Bendecida la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor”. En respuesta Miriam no se lo adjudica a ella misma, antes reconoce al Creador como él trabaja con cada persona “humillando al soberbio””Los ricos son vacíos” etc… mencionando además su misericordia y cumpliéndose la promesa dada desde Abraham a su pueblo. Después de esa visita transcurren los meses faltantes de Elisabeth, dando lugar a:
LUCAS 1:57-66 EL NACIMIENTO DE YOHANÁN EL INMERSOR: Cuando llegó su tiempo nació Juan ese niño anunciado, vino al mundo. Al parecer según la narraciónde Lucas, el nacimiento de Juan no fue algo solo entre familia, sino que las vecinas y personas de alrededor estuvieron al tanto y haciendo preguntas sobre ese niño, que evidentemente no sería cualquiera, preguntaron por el nombre del niño, que de acuerdo a la tradición o cultura poseía el mismo que el padre, como si se tratase de un apellido; Pero no así en este caso se llamaría Juan. Esto no solo lo decidió Elisabeth sino también Zacarías lo confirma por escrito, pues estaba mudo. Pero después y por último se muestra como Zacaríasdespués de 9 meses sin hablar comienza a hacerlo, dando lugar a:
LUCAS 1:67-80 PROFECÍA DE ZACARIAS: No profiriendo palabras de hombre, sino guiadas por el Aliento Santo, había aprendido su lección de incredulidad, dentro de las palabras se ve la promesa mencionada por Yosef: “El Creador os visitará”, además del pacto a Abraham y su pueblo, enviando la salvación=Yeshúa a Israel, además de un libertador que los liberaría más que de un enemigo físico, no se trataba de Roma o ser liberados de los romanos como muchos lo esperaban en su momento, sino de una liberación mayor (espiritual) para el servicio al Padre. Como dato final se menciona que “El niño crecía y se fortalecía en espíritu, y estuvo en los desiertos hasta el día de su manifestación a Israel en el Jordán”. Evidentemente está hablando de Juan quien no solo crecía y se fortaleció de manera humana, sino en lo importante “espiritualmente” tanto es así, que estaba en el desierto un “lugar apartado”, fuera y alejado del ruido del mundo, donde según algunos expertos mantienen que se unió a uno de los grupos esenios levitas, que practicaban rituales relacionados al bautismo o inmersión.