Nuestra herencia y purificación en Yeshúa, el verdadero Cohen Hagadol (Números 17 y 18)
por: Thalía Castillo
Números 17
La rebelión de Koraj fue una muestra de inconformidad y oposición a la autoridad que el Todopoderoso había establecido, por tanto para acabar de una vez con las rebeldías, el Eterno decide reafirmarle al pueblo de Israel cuál era su voluntad con respecto a este asunto y como relata este capítulo la vara de Aharon fue la única que reverdeció. Este suceso milagroso ocurrido con la vara de Aharon, fue la confirmación de que la tribu elegida para el ministerio era Leví y que solo Aharon y su descendencia eran los designados para tener el cargo de Gran Ministro, es sorprendente ver como el Eterno los respalda, a tal punto que su vara dio frutos y quedó como testimonio para las siguientes generaciones. Lo anteriormente planteado también es una sombra del Mesías, muestra que él es el único mediador y Gran Ministro que el Eterno ha elegido, el Padre mismo daba testimonio de él, en Yeshúa estaba toda su complacencia. Aunque en su tiempo no fue aceptado por el liderazgo religioso, hasta hoy su ejemplo confirma que es él, el Ungido del Eterno y que el cetro que estaba en manos de Judá le fue quitado y dado al verdadero rey.
Números 18
Una vez confirmado que la tribu elegida para el ministerio era Leví, el Eterno comienza a darles instrucciones específicas a ellos, acerca de las labores que llevarían a cabo, y sobre la forma en que serían sustentados, ellos serían muy bendecidos, pues el Eterno era su herencia. Pero veremos que antes de mencionarles los beneficios, les menciona las grandes responsabilidades que tendrían.
Núm. 18:1 Entonces YHVH dijo a Aharón: Tú y tus hijos, y tu casa paterna contigo, cargaréis con las ofensas contra el Santuario. Y tú y tus hijos contigo cargaréis con las ofensas contra vuestro sacerdocio.
Aharon, sus hijos y los levitas de su casa paterna, llevarían las faltas contra el santuario. Pero sólo Aharon y sus hijos llevarían las faltas contra el ministerio, ellos tenían un encargo aún mayor, las cosas más santas. Como decía al principio estos hombres tenían una gran responsabilidad, cargar con las iniquidades de los hijos de Israel (avon) y reconciliarlos con el Eterno, esta tarea les exigía mantenerse en completa santidad, solo así podrían hacer expiación por las personas. Me imagino el temor y el cuidado constante que estos varones debían llevar, no podían actuar de forma incorrecta, cada paso y decisión que tomaban debía estar en correspondencia con la instrucción del Eterno. Debían dar un buen testimonio e instruir a otros. Si lo vemos humanamente parecería imposible y muy difícil de sostener, pues si a veces es difícil vencer áreas de nuestra propia vida, imagínense ser responsables de todo un pueblo. Muchos levitas se esforzaron por llevar a cabo su ministerio de forma correcta, ej Aharon, Eleazar, Pinjas, Sadoc, hombres dignos de imitar, pero aunque fueran justos, eran humanos falibles, no podían ser perfectos y cometían errores también. Por eso hubo la necesidad de un varón perfecto, que no tuviera tacha, y no cediera al pecado, esees Yeshúa, nuestro Gran Ministro, Él sí pudo llevar sobre sí todas nuestras transgresiones y reconciliarnos una vez para siempre con el Padre.
De este versículo aprendemos la responsabilidad que tenemos hoy día como ministros del reino, pues aunque somos humanos como aquellos levitas, tenemos una enorme ventaja y es que contamos con nuestro corbán perfecto Yeshúa, pero también tenemos la responsabilidad de consagrar nuestra vida para servir al Padre, eso es lo primero que debemos hacer, para también de esa forma poder ser luz a otros. Recordaba a Esdras que también era un ministro con una enorme responsabilidad en su tiempo, del cual podemos aprender, dice en, Esdras 7:10 Por cuanto Esdras había determinado en su corazón escudriñar la Ley de YHVH y practicarla, y enseñar en Israel sus estatutos y preceptos. Es precisamente esto lo que implica una consagración, 1ro estudiar la instrucción, con la correcta interpretación que nos dio Yeshúa, a su vez practicarla, ser hacedores de la palabra, vivir lo que estudiamos y entendemos, sin amoldarnos a este mundo, sino renovando nuestro entendimiento, y luego compartir con otros, ya sea con el ejemplo o con la palabra. Todo ello nos convierte en verdaderos ministros servidores del Eterno.
Núm. 18:2-5
Aharon y sus hijos eran responsables de ubicar al resto de los levitas en sus diferentes tareas, supervisar que todo funcionara de forma correcta para que no existiera transgresión y a la vez encargarse de las cosas más santas , ministrando delante del Eterno. Ellos eran el remanente del remanente, no solo responderían por los israelitas, sino hasta por los mismos levitas, indudablemente era una gran tarea, que requería completa santidad, ellos debían tener claro que sus vidas ya no eran suyas, estaban totalmente dedicados al servicio.
Siendo la sombra de Yeshúa, quien también estableció un orden donde él es la cabeza y nosotros el cuerpo que responde a su dirección y por otra parte, no estimó ni siquiera su propia vida, con tal de llevar a cabo la obra que el Padre le había dado, el Mesías no tenía apego a nada terrenal, no buscaba lo suyo propio, sino que se hiciera la voluntad del Padre, estaba en un nivel superior era santo en todos los aspectos de su vida, ciertamente es a quien debemos imitar, sabemos que el ministerio levítico quedó abolido, pero bajo el ministerio de Yeshúa también tenemos la responsabilidad de entregarnos completamente al Padre, aunque claro tenemos nuestras ocupaciones diarias y tareas seculares que llevar a cabo, el Eterno debe ser la prioridad en nuestras vidas, pues nuestra consagración es permanente, y cualquier ocasión es propicia para servirle, siempre nuestra lámpara debe estar encendida.
Núm. 18:6-7
Estaban dedicados al servicio por completo, ese era el único medio por el cual los israelitas podían ser reconciliados, no podrían obtener remisión de otra manera, por tanto los ministros eran un regalo que el Eterno les había otorgado para que pudieran expiar sus faltas. Así como lo es hoy Yeshúa para nosotros, su entrega es un regalo, un favor inmerecido que hemos recibido y que no debemos menospreciar.
También dice que ningún extraño podía acercarse, aunque fuera del resto de los israelitas, eran ajenos a las cosas santas y serían muertos si lo intentaban. Lo cual también es una sombra del ministerio de Yeshúa pues aunque su entrega es un regalo para toda la humanidad, acercarse de forma incorrecta, sin hacerteshuvá y sin discernimiento, solo trae juicio, dijo Saúl que quien participa de las cosas santas, sin entender lo que significa y sin discernir el sacrificio del Mesías solo acumula juicio para sí. De ahí la importancia de que seamos muy cuidadosos a la hora de acercarnos al Eterno por medio de su hijo, teniendo una actitud correcta, con humildad, gratitud y limpiando nuestras vestiduras para que no seamos condenados.
Núm. 18:8 Y habló YHVH a Aarón: He aquí, Yo te he dado la custodia de mis ofrendas alzadas. Todas las cosas que los hijos de Israel consagran te las he dado a ti y a tus hijos en virtud de la unción, por estatuto perpetuo.
En esta parte se puede decir que comienzan los beneficios que ellos obtendrían por llevar a cabo su labor. Dice que por estatuto perpetuo las ofrendas consagradas de los hijos de Israel serían suyas. A veces se suele pensar que como dice que es un estatuto perpetuo, esto no tiene fin, y que ahora no se lleva a cabo porque no hay templo pero una vez que sea levantado, habrá nuevamente levitas y sacrificios, pero esto no es correcto
(olam) olám
u עֹלָם olám; de H5956; propiamente escondido, i.e. punto de desaparición; generalmente tiempo fuera de la mente (pas. o fut.), i.e. (prácticamente) eternidad; frec. adverbio (espec. con perposición pref.) siempre:-antigüedad, antiguo, continuo, eternamente, eternidad, eterno, largo, (principio del) mundo, pasar, perdurable, permanecer, perpetuamente, perpetuar, perpetuo, perseverar, sempiterno, para siempre, siglo. Compárese con H5331, H5703.
Tiempo dentro de una época determinada, vigencia desde su época hasta el Mesías, si se tradujera como para siempre, Yeshúa no tendría cabida, y lo que dice en Hebreos no tuviera vigencia, en este caso se refiere a una edad o era, que concentra todo lo relacionado al mishkán, hasta que llegara el Mesías Yeshúa pues como él dijo, la hora viene y ahora es cuando los verdaderos servidores servirán en espíritu y en verdad.
Pacto de sal: ¿por qué se hace tanta alusión en las escrituras a la sal? El empleo de la sal para solemnizar un pacto sugería simbólicamente las ideas de permanencia y estabilidad, ya que ella preserva los alimentos de la corrupción.
Hace alusión a la Toráh que hace esta obra en nosotros y también a los creyentes que estamos llamados a tener sal en nosotros, marcar la diferencia en este mundo y aportando en las vidas de otros.
Estas ofrendas las vimos cuando estudiamos en el libro de Vaykrá por eso no profundizaré en cada una, vemos como características principales, que algunas solo podían ser consumidas por Aharon y sus hijos, otras por el resto de los levitas y algunas por los ministros y sus familiares. El Eterno se encargaba de proveerles para sus necesidades, ellos no debían preocuparse por nada más que no fuera su servicio.
Nos recuerda lo que dijo de Yeshúa, buscad primero el reino de los cielos y su justicia y todo lo demás será añadido.
Existen 5 formas de dar en las escrituras: tsedaká, terumá, naadar, bikurim y maaser que se mencionan en este capítulo. Pero es muy diferente lo que se dice de ellas en el sistema actual religioso impositivo con lo que realmente es la ayuda al prójimo.
Los levitas eran sostenidos con los diezmos, era la forma en la que el Eterno les proveía para sus necesidades. Hoy día entendemos que el ministerio levítico no está en vigencia, siendo Yeshúa el verdadero Cohen Hagadol, por tanto en nuestro contexto la forma de entregar nuestros diezmos es a través de un servicio completo, siendo ministros consagrados al Creador que le ofrecen su tiempo y atención y que entregan frutos de obediencia santidad, justicia, misericordia, ayuda al necesitado, integridad y fidelidad.