Recuerda estas palabras para vencer tu carne y no perecer (Deuteronomio 1-3)

Por: Thalía Castillo

Deuteronomio 1

El libro de Devarim (palabras) fue escrito por Moshé, en el año 120 de su vida, es un recordatorio de la Tórah que le hace a esa nueva generación del pueblo de Israel que estaba a punto de entrar en la tierra prometida, quizás se entregó en un solo día, puesto que ya habían pasado cuarenta años, once meses y un día, y la primera generación de israelitas de 20 años para arriba había quedado postrada en el desierto, exceptuando a Josué y Caleb, debido al suceso ocurrido con los diez espías. El propósito de este libro era exhortar al pueblo, para que no volvieran a repetir los mismos errores y por ende no sufrir las mismas consecuencias, podemos ver la importancia de repetir y recordar una y otra vez las palabras del Eterno, al acostarnos, al levantarnos y en cada momento para permanecer en su camino y poder vencer a nuestra carne, pues ante las adversidades nuestra naturaleza humana tiende a brotar, por ello es importante constantemente tener presente la instrucción del Eterno, para poder reaccionar de acuerdo a su voluntad en cualquier situación en que nos encontremos.

Por otra parte, Moshé les recuerda que el Eterno les había dado mandamiento de entrar y tomar posesión de la tierra poco tiempo después de la salida de Egipto, pero como sabemos no lo hicieron así. También les habla sobre la necesidad que tuvo de poner jueces, pues la carga que llevaba era muy pesada, estos hombres debían ser íntegros, capaces de emitir juicios justos e imparciales, aborrecedores de la avaricia y temerosos del Eterno, de ello podemos aprender cómo debe ser nuestro carácter y manera de conducirnos como discípulos del Mesías, juzgando todas las cosas comenzando desde nuestra propia vida, procurando con diligencia presentarnos como obreros aprobados delante de nuestro Elohim, viviendo en santidad, obediencia y sobre todo siendo hacedores de la palabra, llevando a la práctica lo que aprendemos y estudiamos en la Tórah e imitando el ejemplo del Mesías.

Moshé además les recuerda a los israelitas la actitud que tuvieron, primero quisieron ir a inspeccionar, se desesperaron y luego que regresaron los 10 espías se entristecieron, como ya estudiamos en el libro de Números sus verdaderos enemigos eran los que estaban en su interior, el miedo, la duda, la incredulidad, sus emociones los paralizaron, no se creían capaces. Como humanos tenemos estas reacciones emocionales, sobre todo cuando atravesamos una situación difícil y no le vemos una salida, enseguida viene la tristeza y el desánimo, pero como creyentes hemos aprendido que nuestra confianza y seguridad en el Eterno no debe depender de las circunstancias, si somos fieles al Padre, entonces no debemos dudar que Él tiene el control de nuestra vida, siempre sus planes son mejores y cada prueba es una oportunidad para que Él sea exaltado.

Por otra parte se dice algo que no vimos en el libro de Números, murmuraron contra el Eterno diciendo, nos sacó para entregarnos en mano del amorreo y destruirnos, parecería imposible de creer que después de todo lo que el Eterno había hecho por ellos: los sacó de Egipto con mano poderosa, abrió el mar, les acababa de dar triunfo sobre sus enemigos y habían visto con sus propios ojos que Elohim estaba con ellos cuando se manifestó en el Sinaí, como podrían pensar que después de tantos milagros el Todopoderoso quería destruirlos, mostraron desconfianza y rebeldía. Estos sucesos siempre me llevan a la reflexión, pues como humanos, cuando todo va bien y vemos la mano poderosa del Eterno, entonces si creemos que está con nosotros, pero ante la adversidad se comienza a renegar, y se llega en la carnalidad a pensar así, que el Creador nos ha abandonado, pero la escritura nos enseña todo lo contrario, y el mismo Mesías lo dijo, vamos a tener aflicciones y ser probados y claro como humanos no nos gusta, hay situaciones que son muy dolorosas, en hebreos 12: 11 lo dice Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero más tarde da fruto apacible de justicia a los que por ella han sido ejercitados. , y esto último nos hace cambiar la forma de ver las pruebas, podemos entender que no son para debilitarnos, sino con el propósito de que nos vayamos transformando hasta llegar a la estatura del Mesías. Y que el Padre espera nuestra perseverancia, que respondamos con fe, sabiendo que Él cumplirá su promesa, solo tenemos que permanecer, guardando su instrucción y la fe de Yeshúa.

Deu 1:28 ¿Adónde subiremos? Nuestros hermanos nos han hecho desmayar el corazón, diciendo: Este pueblo es más grande y más alto que nosotros, las ciudades son grandes e inexpugnables, amuralladas hasta los cielos, y hemos visto también allí a los hijos de Anac.

Cuando leí este versículo me vino a la mente lo que Shaúl dijo en 2Corintios 5:7 (porque vivimos por fe, no por vista); Pues ellos estaban pensando totalmente como hombres, no lograban ver más allá de sus limitaciones, las murallas eran muy altas, había gigantes, desde su propia mente ya estaban vencidos.

Esta es otra faceta de nuestra humanidad y me gustaría enfocarlo más bien a nuestro servicio al Eterno, pues a veces nos podemos sentir incapaces de servirle y consagrarnos  verdaderamente, pueden comenzar los pensamientos de: ¿cómo voy a poder guardar el Shabat y las festividades?, o es qué va es imposible dejar tal hábito y cambiar mi forma de actuar ,o, no eso de comprometerme con el Creador me va a ser muy complicado, etc, si ya desde nuestra mente comenzamos a limitamos a nosotros mismos, entonces ciertamente no vamos a poder, pues dejarse dominar por el temor, paraliza y nos hace caer en un conformismo espiritual, donde tenemos temor a salir de nuestra zona de confort y pongo este ejemplo pues en algún momento de mi vida, me sentía así, que no era capaz de ofrecerle al Padre un servicio tal y como Él lo pide. Pero cuando entendí que no debía enfocarme en mis limitaciones sino en lo que el Eterno podía hacer si yo decidía confiar y actuar conforme a su palabra todo cambió, pues dejé de centrarme en mis miedos y comencé a poner mi atención en el Creador, ahí es donde aplica que todo lo podemos por medio de aquel que nos da poder para hacerlo, si tenemos la disposición de servir al Padre, si comenzamos a esforzarnos por poner en práctica su palabra, clamamos a Él para que nos de sabiduría, discernimiento y dominio propio comenzamos a ver como su poder se perfecciona en nuestra debilidad y como aquellos gigantes y ciudades amuralladas no son nada comparados con lo que el Creador puede hacer. Solo está en que decidamos andar por fe y no por vista.

Moshé les recordó todo lo que el Eterno había hecho por ellos, quería hacerlos reaccionar, les dijo: no se cieguen, ni se atemoricen por lo que ven, ni por lo que oyen, el Eterno los había librado de sus enemigos y no solo eso, les dice que Él pealaría por ellos, no había seguridad mayor que esa, no estaban solos. Esto es algo que como creyentes siempre debemos tener presente, no estamos solos, pueden venir momentos de dificultad o podemos tener ciertos temores, pero no debemos dudar de que el Padre es quien sostiene nuestra vida, sólo en Él debe estar nuestra confianza, sea que vivamos o que muramos de Él somos, a quien más podemos ir, en Él está nuestra esperanza y si permanecemos fieles a su tiempo nos hará heredar la promesa que es la vida eterna en su presencia.

Pero aun sabiendo que como un Padre lleva a un hijo, el Todopoderoso iba cuidándoles a ellos, no creyeron. La incredulidad y la rebeldía los dominaron. Por ello considero que la enseñanza principal de este suceso ocurrido con los hijos de Israel es la fe, pues, aunque conozcamos la Toráh, como en ese entonces la conocían ellos, si no tenemos fe que es confianza, certeza, fidelidad y seguridad en el Creador, no podemos agradarle, pues sin fe es imposible agradar a Elohim. Una fe viva como la de Abraham que no cuestionaba simplemente confiaba completamente y le era fiel al Padre actuando conforme a su voluntad.

Esa generación perdió la oportunidad de entrar en la tierra, ya habían tentado 10 veces al Todopoderoso, lo airaron en gran manera, por sus rebeldías, dudas y murmuraciones y como estudiamos en el libro de Números y aquí se vuelve a repetir, solo Caleb y Josué se mantuvieron firmes y decidieron no dejarse vencer por esos gigantes internos, sino que su fe en el Eterno fue mayor y el Padre les permitió heredar la tierra, lo que demuestra que el Eterno se agrada de aquellos que confían en Él. La mejor actitud que podemos tener ante el Padre es la fe y la obediencia en todas las etapas de nuestra vida.

Salmo46:1Elohim es nuestro ámparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

Salmo 46:2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y los montes se derrumben en el corazón del mar;

Salmo 46:3 Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza.

Cuando escucharon las palabras de Moshé, se afligieron y decidieron ir a conquistar la tierra, por sus propias fuerzas, considero que era mejor obedecer desde el principio, y muchas veces como humanos esta es la actitud que asumimos, cuando nos sentimos en peligro o amenazados entonces es que queremos buscar al Creador. Lo sucedido con ellos es un gran ejemplo para nosotros, nos enseña a no perder el tiempo, si conocemos las instrucciones del Padre, y la promesa que tenemos, no dejemos para mañana el servicio, perseveremos, pues este es el tiempo.

En fin, todo este capítulo nos enseña a cumplir con lo que manda el Eterno cuando y como Él lo ordena y a no intentar hacerlo a nuestra manera. Por tanto, seamos obedientes y dejémonos guiar por el Ruaj del Eterno, con humildad, pues no podemos conquistar la tierra prometida por nuestras propias fuerzas, solo con ayuda del Creador por medio de su hijo.

Hebreos4:1 Temamos por tanto nosotros, no sea que, permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.

Hebreos4:2 Porque, así como a ellos, también a nosotros se nos ha predicado la buena nueva; pero no les benefició la palabra de la predicación, por no ir acompañada de la fe por parte de los que la habían oído.

Deuteronomio 2

Moshé recuenta los caminos que tuvieron que atravesar, una y otra vez le daban vueltas al camino de Seir, pero cuando pasaron los 40 años , el Eterno les manda a continuar el camino rumbo a la tierra, tuvieron que pasar de largo por la tierra de los hijos de Esav pues ellos no los dejaron pasar, pero el Eterno les dijo que no los molestaran, algo parecido sucedió con los moabitas, las tierras de ellos el Todopoderoso se las otorgó, pues lucharon por ellas y vencieron a todas esas  razas de gigantes que habitaban allí.

Comentario del Strong sobre estas naciones: Su territorio comprendía la buena región del sur del Arnón y en parte al norte del mismo río. Ellos lo habían conquistado por la fuerza de las armas de los habitantes originales, los “enim” una raza terrible, como lo significaba su nombre, por su poder y estatura físicos (Gen_14:5), de la misma manera que los edomitas habían conseguido sus dominios por la derrota de los ocupantes originales de Seir, los “horim” (Gen_14:6), quienes eran trogloditas, o moradores en cuevas; y Moisés se refirió a estas circunstancias para alentar a sus compatriotas a creer que mucho más Elohim permitiría que ellos echaran a los cananeos malvados y malditos. En aquel entonces, sin embargo, los moabitas, habiendo perdido la mayor parte de sus posesiones por las usurpaciones de Sehón, estaban reducidos a la región, pequeña pero fértil, entre el Zered y el Arnón.

Se recuerda el triunfo que les ofreció el Eterno sobre Sehón rey de Hesbón  y los amorreos, ellos infundían temor a todas estas naciones pues el Eterno obró de esa forma para que conquistaran y dominaran todos esos territorios, hasta tomar posesión de la tierra. No había duda de que el Creador estaba con ellos, y les daba triunfo sobre sus enemigos

19-37.te acercarás delante de los hijos de Ammón: no los molestes, ni te metas con ellos—Siendo los ammonitas parientes de los moabitas, por respeto a la memoria de su antepasado común, habían de quedar sin ser molestados por los israelitas. El territorio de este pueblo había estado directamente al norte del de Moab, y se extendía hasta el Jaboc, habiendo sido tomado por ellos de un número de tribus cananeas; es decir, los zamzummim, o Zamzumeos, una manga presuntuosa de gigantes, como lo indica su nombre; y los avim, o aveos, aborígenes de distrito que se extendía desde Zazerim o Hazeroth (El Hudhera) aún hasta Azzah (Gaza), pero del cual habían sido desposeídos por los caftorim (filisteos), que salieron del bajo Egipto (Caftor), y se establecieron en la costa occidental de Palestina. Los límites de los amonitas ahora estaban reducidos; pero todavía poseían la región montañosa allende el Jaboc.

Deuteronomio 3

Se continúa haciendo un recuento de las conquistas del pueblo, se añade a Og rey de Basán, todas esas naciones fueron consagradas al exterminio. Como hemos estudiado anteriormente, había gran perversión genética (gigantes con deformidades, etc) y por otra parte, estaban muy corrompidos, pasaban a sus hijos por fuego, cometían toda clase de inmoralidades y daban culto a deidades paganas, por ello la instrucción del Eterno fue tan severa, y fueron destruidas por completo.

Las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés tomaron esas tierras de este lado del Jordán como su heredad, pues les parecieron buenas para su ganado, pero tendrían que ir con sus hermanos a la batalla hasta que ellos tomaran posesión de la tierra prometida, como sabemos esas tribus se comprometieron a hacerlo, irían en primera fila a la lucha, hasta que el resto tuviera descanso.

Moshé alienta a Josué, reafirmándole que lo que el Eterno hizo con aquellas naciones, también lo haría con las cananeas, y lo exhorta a mantenerse firmes, y así nosotros como creyentes debemos perseverar en el Creador y no dudar que Él cumplirá sus promesas.

Moshé recuerda que el Eterno no le permitió entrar a la tierra prometida, solo contemplarla desde lo alto, pero como hemos estudiado los planes del Creador con él no se trataban de algo meramente terrenal, sino celestial, él heredaría la verdadera tierra que es imperecedera, esa que esperamos todos los discípulos del Mesías, una vez que regrese.