Shema el Eterno es uno y no lo olvides (Deuteronomio 7 y 8)

Por: Thalía Castillo

Deuteronomio 7

Primeramente, el Eterno les reafirma que los introduciría en la tierra, tal y como se los había prometido y que les entregaría en sus manos a estas 7 naciones cananeas, que en un principio eran 10, pero Edom y Moab tomaron 3 de ellas y el Eterno les dijo que no los molestaran, pero sobrelas 7 restantes les da la instrucción de consagrarlas al exterminio, les prohíbe pactar con ellas, y tenerles compasión.

Estos textos son muy utilizados para decir que el “Dios” del antiguo testamento es un “dios” malo, que no tenía misericordia, pues esta instrucción de consagrar al exterminio se escucha muy fuerte, principalmente los movimientos humanistas, que promueven los derechos humanos, donde su premisa es; permitirle a cada persona ser lo que quiera ser y vivir como quiera pues según ellos tienen ese derecho, a pesar de que ciertos estilos de vida liberales e inmorales no solo los dañan a ellos mismos sino a todos los que les rodean. Por su parte en la religión se cree que Jesús como le llaman, ama y acepta a todos, aunque no quieran cambiar, pero Yeshúa enseñó que solo quien permanezca en él y haga verdaderamente teshuvá será salvo.

¿Por qué esta instrucción fue tan severa en su contexto?

 En primer lugar se debe respetar la voluntad del Creador, pues ningún ser humano está capacitado para cuestionarlo ,solo Él sabe todas las cosas, y por otra parte, los hijos de Canaán, tomaron una tierra que no era suya, sino de los descendientes de Sem, la usurparon y no solo esto sino que se corrompieron en gran manera, derramaban sangre inocente, practicaban todo tipo de inmoralidades, eran idólatras, incluso entregaban a sus propios hijos a Moloc, además estaban corrompidos genéticamente, habían gigantes, por ejemplo los hijos de Anac, descendientes de los caídos, su maldad llegó hasta lo sumo. Desde los tiempos de Abraham, el Eterno había visto la iniquidad de ellos, pero les dio tiempo para volverse de su mal camino, pero no lo hicieron así, al contrario, aumentaron su maldad e injusticia.

Gen 15:13-16 Y dijo a Abram: Sabe por cierto que tu simiente será forastera en una tierra no suya (y allí será esclavizada y será oprimida) cuatrocientos años.

Gen 15:14 Pero también a la nación que han de servir la juzgaré Yo, y después saldrán con gran riqueza.

Gen 15:15 Y tú te reunirás con tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez.

Gen 15:16 Y los de la cuarta generación regresarán aquí, porque aún no ha llegado hasta aquí la iniquidad del amorreo.

Esto demuestra que Elohim es el mismo hoy y siempre y que si manifiesta su bondad, misericordia y consideración hacia la humanidad, pero que de ninguna manera da por inocente al culpable y aunque da tiempo para regresar a Él y apartarse de la maldad, como lo ha hecho estos 2000 años por medio de su hijo, también es rigor(Gueburá) y ejecuta juicio, pues no se complace en la injusticia ni en la maldad, sino que corta el mal de raíz.

El Eterno les da otra instrucción muy importante y es que no debían emparentar, y como vemos la instrucción de no unirse en yugo desigual está presente desde aquellos tiempos y aquí mismo nos dice el por qué. Porque apartaría a sus hijos de Eterno. Como jóvenes y creyentes en general debemos tener claro lo importante que es, no unirse en yugo desigual, como dijo Shaúl ¿qué comunión hay entre la luz y las tinieblas? Es cierto que debemos esforzarnos por ser luz para las vidas de otros, por mostrar al Eterno en cada aspecto de nuestra vida, pero está claro que El Padre no le dice a los israelitas, únanse a ellos y conviértanlos a mí, no, al contrario les advierte que si se unen a ellos se desviarían y así hasta hoy, nosotros no podemos tener la idea de que vamos a convertir a aquella persona con la que nos queremos unir, aunque no sea creyente, pues solo el Ruaj convence y tristemente ocurre lo contrario la influencia del mundo suele tener mayor peso. Y esto no solo aplica para la unión, sino también para las amistades, pues las malas compañías corrompen las buenas costumbres, y no es ser ermitaños o no hablar con nadie, más bien es procurar ser de bendición, edificación y ejemplo para las vidas de otros sin asimilarnos y participar de las costumbres de este mundo.

Deu 7:5 Esto es lo que haréis con ellos: demoleréis sus altares, destruiréis sus estelas, talaréis sus aceras y quemaréis sus imágenes en el fuego.

Debían reducir a cenizas toda la idolatría, sin tener misericordia, ni detenerse, eran el instrumento que Eterno quería usar para hacer justicia. De ello aprendemos la actitud que debemos tener los creyentes ante el pecado en nuestra vida, quitar totalmente todo aquello que nos leuda, derribar todo altar que podamos haber levantado en nuestra vida, examinarnos cada día y ser radicales para ponerle fin, ya sean apegos, música, religiosidad, aspiraciones, entretenimiento etc. Es como cuando una persona tiene un dolor, nadie lo deja ahí, sin prestarle atención dejando que aumente y que continúe dañando, al contrario, se busca una solución para quitarlo y aliviarse. Y así es como los discípulos del Mesías debemos actuar ante el pecado, darle muerte a la carne con sus pasiones y deseos.

Deu 7:7 YHVH puso su amor en vosotros y os escogió, no porque fuerais más numerosos que cualquiera de los pueblos, porque sois el pueblo más pequeño,

Deu 7:8 sino que por el puro amor de YHVH a vosotros, por mantener el juramento que juró a vuestros padres, os sacó YHVH con mano fuerte y os redimió de la casa de esclavitud, del dominio de Faraón, rey de Egipto.

Los israelitas no fueron escogidos por su gran fuerza, al contrario, eran el más insignificante de los pueblos, pero como dice en 1 Corintios 1:27 a lo vil y menospreciado del mundo ha escogido el Eterno para avergonzar a los fuertes, para que nadie se jacte. Ellos no debían olvidar cuanto amor tuvo el Padre hacia ellos, que los libró de la esclavitud y los estaba haciendo entrar a un lugar de reposo, por eso ahora eran de su propiedad. Esto hace alusión a lo que el Eterno ha hecho por nosotros, nos ha librado de la esclavitud de este mundo, rescatados de una vana manera de vivir, sin merecerlo como dice el salmo ¿qué es el hombre para que te fijes en él?, cuanto nos ha considerado el Padre, y ahora por medio de su hijo pasamos a ser de su propiedad, y esa promesa hecha a Abraham también tuvo cumplimiento en nosotros, por medio de su simiente hemos sido benditos. Pero, así como ellos somos llamados a permanecer y a perseverar prosiguiendo a la meta, guardando sus mandamientos y estatutos y poniéndolos por obra, nuestra gratitud y amor al Padre se manifiesta haciendo lo que Él pide de nosotros.

Miqueas4:5 Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, nosotros con todo andaremos en el nombre del Eterno nuestro Elohim eternamente y para siempre.

 Miqueas6:8 Oh hombre, Él te ha dicho lo que es bueno, Lo que YHVH pide de ti: Solamente hacer justicia, Amar la misericordia, Y andarte con tiento con tu Elohim.

Si ellos observaban diligentemente las instrucciones del Eterno y las ponían por obra serían benditos en todo lo que llevaran a cabo, hoy en día podemos preguntarnos ¿aplica para nosotros?, y sí, guardar los mandamientos del Eterno trae bendición a todas las áreas de nuestra vida, pero no debemos verlo desde un punto de vista materialista como lo hacen los movimientos de la prosperidad. La vida de los discípulos del Mesías nos enseña claramente que la verdadera bendición no consiste en cosas materiales, sino en que el Eterno nos permita ser aptos para su servicio por medio de su hijo. Yeshúa nos enseñó que debemos estar contentos con sustento y abrigo y no tener nuestra esperanza en las cosas terrenales, ni obedecer para obtener beneficios económicos, sino por amor al Padre, pues lo más importante es nuestra comunión con Él, pues tenemos una gran promesa, que es estar eternamente en su presencia en las moradas eternas.

Deuteronomio 8

En este capítulo nuevamente se le exhorta al pueblo de Israel a elegir por el bien, y que cuidaran diligentemente el poner por obra toda la instrucción, para que vivieran y fueran multiplicados, se les recuerda todo lo que el Eterno había hecho por ellos, y la importancia de que una vez que fueran introducidos en la tierra y comenzaran a disfrutar de ella, con sus innumerables beneficios, su corazón no se enalteciera pensando de que por sus propias fuerzas lo habían logrado y comenzaran a servir a dioses ajenos como más adelante sucedió.

El Eterno les dice: acuérdate de todo el camino por donde te ha traído tu Elohim estos cuarenta años en el desierto— Comentario del Strong: La recapitulación de todas sus experiencias variadas durante aquel largo período, tenía por motivo el despertar impresiones vivas de la bondad de Elohim. Primero, Moisés les mostró el objeto de sus prolongadas peregrinaciones y penurias diversas; éstas eran pruebas para su obediencia como también castigos por sus pecados. En efecto, el descubrimiento de su infidelidad, inconstancia, sus rebeliones y perversidad que trajo a luz esta disciplina variada, era de uso preeminentemente práctico para los israelitas mismos. Luego, él engrandecía la bondad de Elohim para con ellos, cuando se hallaban reducidos a los últimos extremos de desesperación, en la provisión milagrosa, que, sin ansiedad ni labor, de su parte, era hecha para su sostenimiento diario (Véase Exo_16:12), y que, sin poseer propiedades nutritivas inherentes en sí, contribuía a su mantenimiento, como lo hace todo alimento (Mat_4:4) solamente por la ordenanza y bendición de Elohim. Esta observación es aplicable tanto a los medios de vida espiritual como de la natural.

Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te hinchó estos cuarenta años—¡Qué notable milagro fue éste! Sin duda los israelitas habrían podido traer desde Egipto más ropa que la que vestían, al salir; también habrían podido conseguir provisiones de varios artículos de alimento y de vestir negociando con las tribus vecinas por trueque de lanas y cueros de sus ovejas y cabras; y en el hecho de proveerles tales oportunidades, se ve el cuidado de la divina Providencia. Pero los términos claros y precisos que emplea Moisés, indican una interposición especial y milagrosa del Eterno, quien fue Protector en conservar su ropa en medio del desgaste de su vida nómada en el desierto. En tercer lugar, Moisés se extendió en hablar de la bondad de la tierra prometida.

En fin, este capítulo tiene una importante aplicación para nuestra vida, pues como creyentes hemos recibido el favor inmerecido del Creador por medio de Yeshúa, y no podemos olvidar todo lo que el Padre ha hecho por nosotros, ni ser altivos pensando que nos merecemos algo, al contrario nuestra respuesta a tan inmenso regalo debe ser la obediencia, la humildad y la perseverancia hasta el último día de nuestra vida, siendo diligentes en poner por obra la instrucción y mantener una comunión íntima con nuestro Elohim.