Sirve al Eterno en obediencia haciendo tesoros para el reino
Sirve al Eterno en obediencia haciendo tesoros para el reino. (Lucas 12:13-59)
Por: Thalía Castillo
V13-34 Esta porción nos enseña acerca de la importancia que tiene para el creyente enfocar su atención en hacer tesoros para el reino, buscar en primer lugar las cosas espirituales y no afanarse por lo terrenal. Yeshúa exhorta a guardarse de la avaricia pues la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee, lo cual es muy contrario a lo que el mundo enseña, pues se promueve ir en busca del “éxito”, del materialismo y la fama, en fin, subir a la cima de la pirámide de Maslow, pero se ignora que mientras más el ser humano se apega a lo terrenal, más se aleja de su Creador y de la verdadera vida que él nos ofrece por medio de su hijo, que trasciende los aspectos terrenales, como le pasó al rico insensato de la parábola, tanto se centró en llenarse de bienes que se olvidó de lo principal y más valioso, el cuidado de su alma. El Mesías exhorta a sus discípulos a no afanarse ni por comida, ni por la bebida, ni por ropa como el resto de la humanidad lo hace, sino confiar plenamente en el cuidado del Padre Celestial, Él se preocupa por el bienestar de sus hijos y conoce exactamente lo que necesitan, por tanto, podemos tener shalom y preocuparnos solo por servirle en ruaj y en verdad para alcanzar el verdadero tesoro que es la promesa de vida eterna.
V35-48 El siervo vigilante vs el siervo infiel
Yeshúa les dio la instrucción a sus discípulos de mantenerse velando como siervos fieles, que obedecen a su amo y se ocupan de hacer tesoros para el reino. Y en la vida de los emisarios se aprecia que les quedó muy claro este mandamiento, y lo dejaron plasmado en sus cartas para los demás creyentes: 1Corintios 16:13 Velad, estad firmes en la fe, portaos varonilmente, sed fuertes. Ellos sabían que se requiere esfuerzo y preparación de nuestra parte para poder mantenernos firmes porque aunque contamos con la ayuda del Eterno, que nos ha dado su Presencia y también tenemos el testimonio del Mesías, sus palabras y enseñanzas, se nos manda a tomar acción, pues se presentan muchos retos que tenemos enfrentar en nuestro peregrinar; tenemos que sobrepasar el afán y la ansiedad por la riqueza, , apartar de nuestra vida la avaricia y materialismo que este mundo ofrece, debemos ir en contra de la corriente, sin asimilarnos, también perseverar a pesar de las oposiciones incluso de nuestra familia, pues sabemos que quienes quieren agradar al Eterno sufren persecución, tal y como le ocurrió a Yeshúa y a sus discípulos y por otro lado no perder la esperanza pensando que el Mesías tardará mucho y desviar nuestro enfoque de lo celestial, comenzando a distraernos, a ocuparnos de complacer a nuestra carne, como le pasó al siervo infiel. No podemos olvidar la enorme bendición que trae consigo permanecer fieles hasta el final, por eso Shaul decía que las aflicciones que pasaban no eran nada comparadas con el esplendor que en ellos sería manifestado. Y hasta el día de hoy esas palabras nos exhortan, porque igual que esos primeros creyentes seguimos estando llamados a proseguir a la meta, que las pruebas no nos estanquen y hagan retroceder, sino que podamos usar cada situación para crecer y afirmar más nuestra fe.
Velar es: esperar de forma perseverante y sin distracción.
Es importante que permanezcamos velando en todo momento, preparándonos a diario porque el día y la hora de su venida nadie lo sabe, tenemos que estar atentos a sus palabras, escudriñando y aplicando, no ser oidores olvidadizos sino hacedores activos. No podemos caer en los engaños que se enseñan actualmente sobre que falta mucho para que regrese el Mesías y que luego habrá una segunda oportunidad. Todo esto es una gran mentira que provoca tibieza en la vida de los creyentes, pues comienzan a amoldarse a este mundo, a conformarse pensando que serán salvos siempre salvos o que tendrán muchas oportunidades en el último momento para arrepentirse. Lo cual es muy peligroso, puesto que el Mesías vendrá como ladrón en la noche, por tanto, el momento de regresar al Creador y obedecerle es este, es una necesidad que apremia, y una responsabilidad que tenemos de aprovechar este tiempo para enderezar nuestro camino y consagrarnos en obediencia al Eterno, esos son los verdaderos tesoros para el reino porque sabemos que el gran día se acerca y que a su vez no será un día de temor y terror para aquellos que han obedecido y permanecido en fidelidad, al contrario, será un día de gozo y alegría, donde veremos el resultado de nuestra perseverancia que será la vida eterna. No debemos permitir que nada de este mundo nos quite nuestro galardón, nada hay en esta tierra que sea más valioso que la salvación que el Padre nos ha mostrado por medio de su hijo, por más atrayente que a ojos humanos el mundo pueda parecer, todo es vanidad, y lo único que aporta es un enorme vacío a las almas, que intentan llenarlo con lo material o satisfaciendo las concupiscencias, pero que nunca encuentran plenitud, por eso es importante que el Mesías nos halle trabajando en su reino, ocupados en el servicio al Eterno y permaneciendo en obediencia.
Hebreos 2:1 Por lo cual debemos dar más solícita atención a las cosas que fueron oídas, no sea que las dejemos escurrir.
Hebreos 2:2 Porque si la palabra hablada por medio de ángeles fue firme, y toda trasgresión y desobediencia recibió justa retribución,
Hebreos 2:3 ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?, la cual, comenzando a ser proclamada por el Señor, nos fue confirmada por los que lo oyeron a Él.
V49-53 La paz que recibimos por medio de Yeshúa no consiste en la ausencia de conflictos, al contrario, el camino de la emunáh trae consigo el rechazo del mundo, incluso de nuestra propia familia pues no creen, ni obedecen al Eterno de la forma que Él pide y se oponen a los que sí lo hacen, por eso el Mesías advierte que él es causa de división, pero aun así sus discípulos pueden tener paz, el verdadero shalom, que consiste en haber sido reconciliados con el Padre por medio de él y podernos acercar sin impedimentos.
V54-56 Yeshúa exhortaba a la multitud del pueblo porque no reconocían el tiempo profético que estaban viviendo, todo lo profetizado y prometido por el Eterno se había cumplido, ya tenían al Mesías entre ellos era momento de hacer teshuvá, pero estaban cegados y endurecidos, por tanto, el juicio se acercaba a Jerusalén, tal y como ocurrió en el año 70.
V57-59 El Mesías continúa exhortando acerca de la importancia de hacer justicia y de ponerse a cuentas tanto con el Eterno como con el prójimo. Vemos la necesidad del perdón, la reconciliación y no albergar malos sentimientos en el corazón, pues todo comienza cuando hay un enojo o rencor en nuestro interior, desde que se empiezan a tener esos sentimientos negativos ya se va en camino a la muerte, por ello su enseñanza es evitar la ira, las ofensas y los conflictos, tener humildad y buscar estar en paz con el prójimo para ni siquiera llegar a una pelea.