Tema: Limpiando el pecado para acercarse al Eterno (Levítico 4)

Aportación: Thalía Castillo

Hasta este momento hemos estudiado 3 de las 6 formas presentes en el libro de Vaykrá (Levítico) de acercarse al Creador, que eran llevadas a cabo en el miskhán, estas son: holocaustos(H5930 עֹלָה olá), donación (H4503 מִנְחָה  minkjá) y ofrenda de paz (H2077 זֶבַח zébakj H8002 שֶׁלֶם shélem) esta última se ofrecía de forma voluntaria cuando la persona quería buscar retornar al Eterno para estar en armonía con Él o para agradecerle por todas sus bondades, hoy día no debemos ir a un templo para entregar estas ofrendas, sino que tanto hombres como mujeres siendo parte del cuerpo del Mesías podemos acercarnos al Padre libremente a través de Yeshúa, para buscar estar en Shalom con Él,  lo cual es muy importante y necesario para nuestro peregrinar; también reconocemos que la verdadera paz  viene del Eterno y que no es la ausencia de problemas como se conoce en el mundo, sino la que sale de un corazón que está en armonía con su Creador, sabiendo que es de Él que proviene su ayuda. En esta ocasión estudiaremos las ofrendas por el pecado (H2398 חָטָא kjatá : raíz prim; propiamente errar; de aquí, (figurativamente y generalmente) pecar; por inferencia pérdida, falta, expiar, arrepentirse, (causativo) hacer descarriar, condenar:-cometer, culpable, daño, defraudar, delinquir, errar, expiar, limpiar, ofrecer por el pecado, pecador, pecar, pervertir, prevaricar, purificación, purificar, reconciliar); en este caso se refiere a transgresiones por yerro, es decir cuando por descuido o ignorancia se cometía algún pecado, el cual una vez descubierto y entendido por la o las personas implicadas debía ser expiado mediante estas ofrendas.

Expiación del pecado por parte del sacerdote Levítico 4:1-12

1-Levítico 4:1-10

En esta porción leemos que se refieren específicamente a los pecados cometidos por yerro (H7684 שְׁגָגָה shegagá de H7683; falta o transgresión inadvertida:-accidente, error, ignorancia, sin intención, yerro.) Estas ofrendas tenían como objetivo que las personas fueran purificadas y que su relación con el Creador fuera restablecida, en este caso los ministros debían mantenerse limpios, pues estaban en constante servicio al Eterno y eran los intermediarios entre Él y su pueblo, de ahí la importancia de que estuvieran puros, incluso para mantenerse con vida, pues la Presencia Divina estaba en medio de ellos,  y se requiría total santidad. 

Para realizar la expiación era ofrecido un becerro sin defecto, sobre el cual el ministro ponía su mano y era degollado ocupando su lugar, era necesario que ocurriese así pues sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados y la muerte del animal, cubría la transgresión, no la quitaba como dice en Hebreos10:4, de ahí la necesitad de una entrega perfecta que de una vez y para siempre quitara el pecado.

Hebreos 10:4 porque es imposible que la sangre de toros y de machos cabríos pueda quitar pecados.

Juan 1:29 Al día siguiente, ve a Yeshúa que viene hacia él, y dice: ¡He aquí el Cordero de Elohim, que quita el pecado del mundo!

La entrega de Yeshúa hace la alusión a esta ofrenda, pues él siendo sin defecto se ofreció en lugar nuestro para quitar nuestros pecados y borrar el acta de delitos que pesaba en nuestra contra.

Colosenses 2:13-15

13 Y a vosotros, estando muertos en los delitos y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con Él, perdonándonos todos los delitos, 14  anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en el madero, 15 y habiendo en ella desarmado completamente a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente en el desfile triunfal.

2-Levítico 4:11-12 

Así como el animal debía ser llevado fuera, Yeshúa también padeció fuera del campamento, llevándo sobre sí las trangresiones de muchos, de ahí la importancia de consagrarnos y seguir sus pisadas pues lo más importante fue hecho por él, y tenemos la promesa celestial, lo que resta de nuestra parte es perseverar en la santidad, la obediencia, la justicia y negándonos a nosotros mismos hasta su regreso.

Hebreos 13:11-14

11porque los cuerpos de los animales, cuya sangre es llevada por el sumo sacerdote al Lugar Santísimo como ofrenda por el pecado, son quemados fuera del campamento.12 Por lo cual también Yeshúa, para santificar al pueblo por Su propia sangre, padeció fuera de la puerta.13 Salgamos pues a Él fuera del campamento, llevando su oprobio. 14 Porque no tenemos aquí una ciudad que permanece, sino que buscamos la que está por venir.

Expiación del pecado de la comunidad Levítico 4:13-21

1-Lev 4:13

Como consecuencia de alguna negligencia o descuido todo el pueblo incurría en pecado y era necesario realizar una expiación de carácter colectivo, pues eran culpables.

La palabra culpable está referenciada en el diccionario Strong como H816 אָשַׁם ashám o אָשֵׁן ashém; raíz primaria; ser culpable; por implicación ser castigado o perecer:-asolar, castigar, castigo, condenar, culpable, culpar, delinquir, desierto, ofender, pecado, pecar.

Lo que evidencia que los pecados por ignorancia también nos hacen delinquir delante del Eterno, aunque Él nos perdona pues no lo hacemos intencionalmente, también es importante que una vez que identifiquemos la falta, pidamos perdón por medio de Yeshúa y nos esforcemos para no volver a incurrir en lo mismo, pues continuar actuando igual sería rebeldía y la palabra dice que si pecaremos deliberadamente ya no hay más entrega que hacer, pues no se estaría valorando el sacrificio del Mesías y lo que resta es una horrenda expectación de juicio.

Hebreos 10:26-27 Porque si continuamos pecando voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por el pecado, 27 sino una horrenda expectación de juicio y ardor de fuego que va a consumir a los adversarios.

2- Lev 4:14 

Vemos que dice que la ofrenda sería presentada luego de que fuera conocido por ellos el pecado y este aspecto es muy importante, pues el primer paso para buscar el perdón del Eterno es conocer que se ha transgredido y no esconderlo, ni endurecerse sino con sinceridad y humildad buscar reconciliarse con Él; el Padre les estaba enseñando esto, y que su enfoque no era que el animal muriera, sino que la congregación entendiera su condición y decidiera retornar a Él.

1Samuel 15:22 Y respondió Samuel: ¿Se complace YHVH en holocaustos y sacrificios, como en la obediencia a la voz de YHVH? He aquí, el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención es mejor que la grosura de los carneros.

En nuestro contexto con la entrega del Mesías ocurre algo similar, sabemos que él es la propiciación por nuestros pecados y que por el derramamiento de su sangre somos perdonados, pero si primeramente no hacemos teshuvá reconociendo nuestras faltas y por medio de él regresamos al Eterno convirtiéndonos de nuestros malos caminos, entonces no podemos ser perdonados y purificados, y por consiguiente no recibimos el Ruaj del Eterno. Este era el mensaje central de la buena nueva.

Hechos 2:38 Y Pedro les dijo a ellos: ¡Arrepentíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Yeshúa el Mesías para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo!

Hechos 3:19 Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados;

3-Lev 4:15 

La ofrenda sería como en el caso anterior un becerro, pero a diferencia de este los jefes de la congregación pondrían sus manos sobre la cabeza del animal, haciendo referencia a que ellos como guías tenían mayor responsabilidad sobre el pueblo. De ahí que si toda la congregación pecaba ellos que fueron designados como atalayas y representantes debían estar al frente en el momento de la expiación.

En Hechos 14:23 se plantea que en cada una de las congregaciones se designaron ancianos, es decir hermanos que velarían y exhortarían al resto a que perseveraran en la fe de Yeshúa. Estos hombres debían ser irreprensibles, íntegros, actos para toda buena obra y que con su ejemplo motivarán a los otros, lo vemos en :

Tito 1:5-9

5  Por esta razón te dejé en Creta: Para que pusieras en orden lo que faltaba y designaras ancianos en cada ciudad, como te ordené: 6  El que sea irreprensible, marido de una sola mujer, que tenga hijos creyentes, que no estén acusados de libertinaje o rebeldía. 7 Porque es necesario que el anciano sea irreprensible, como administrador de Elohim: No arrogante, ni iracundo, ni adicto al vino, ni pendenciero, ni codicioso de ganancias deshonestas; 8 sino hospitalario, amante de lo bueno, prudente, justo, santo, dueño de sí mismo; 9 que retenga firmemente la palabra fiel, conforme a la doctrina, a fin de que sea capaz de exhortar con sana enseñanza y de refutar a los que contradicen.

El Mesías criticó fuertemente a los escribas, fariseos e intérpretes de la Torah, pues no estaban cumpliendo este papel, sino que cargaban a los hombres de doctrinas y mandamientos que el Eterno no había ordenado, pero ellos ni con un dedo las tocaban, si los que se supone eran los guías estaban ciegos y no reconocían su pecado, aunque el Mesías se los advertía constantemente, la condición del pueblo por ende también era la misma.

4-Levítico 4:16-18 

En la sangre está la vida y hace referencia a como la vida de ese animal estaba sustituyendo a las personas que pecaron, pues la paga del pecado es muerte y sin derramamiento de sangre no hay remisión, estas escenas nos exhortan a meditar y agradecer la obra del Mesías que no solo quitó nuestros pecados, sino que nos dio una vida nueva con una conciencia renovada.

Expiación del pecado por parte de un integrante del pueblo Levítico 4:22-35

1-Levítico 4: 22-26

En este caso cuando un jefe o cabeza del pueblo de Israel transgredía también debía llevar su ofrenda, un macho cabrío sin defecto, el cual era usado como expiación por su pecado. Llevándolo a nuestro contexto cada varón tiene la responsabilidad de ser cabeza de su hogar, es decir, ser esa persona que guía a su familia en obediencia al Creador y también debe responder por su vida, la de su esposa e hijos, pues sus decisiones tendrán gran repercusión en ellos. Sólo un varón que sigue las pisadas de Yeshúa podrá llevar a cabo su papel y tendrá la suficiente madurez para si incurre en alguna falta, reconocerla, pedir perdón, corregirla e instruir así a su descendencia.

2-Levítico 4: 27:35

Cada persona individualmente también debía presentar su ofrenda para expiar, en este caso una cabra o una oveja sin defecto, para que este animal muriera en lugar suyo, así como Yeshúa se entregó llevando sobre sí nuestros pecados, para que fuéramos trasladados de las tinieblas a luz del Todopoderoso, y tenemos la encomienda y responsabilidad de transmitir lo que hemos recibido con nuestro ejemplo de vida y si en algo nos equivocamos, tener la humildad de reconocerlo y cambiar.

Conclusión

Continuamos viendo como toda la escritura es útil, para enseñar, redargüir e instruir en justicia, pues este capítulo nos enseña que a los ojos del Eterno no hay nada oculto y que de antemano sabe en que nos equivocamos, incluso antes de que nos percatemos de ello, como decía el salmista ¿quién podrá entender sus propios errores?, líbrame de los que me son ocultos.

También se muestra que no es la voluntad del Eterno que el hombre muera en su pecado, sino que lo reconozca y decida hacer teshuvá, desde ese tiempo proveyó la vía para expiar las transgresiones y ofrecer su perdón, claramente que específica que estas faltas no eran por rebeldía sino por descuido e ignorancia. Ahora por medio del Mesías somos perdonados también, luego de que nos volvemos al Padre, y su entrega logra quitar el pecado a tal punto que el Eterno no tiene memoria de ellos, por esto una vez que hemos sido restablecidos y acercados no podemos regresar a la misma condición caída, sino que fuimos vivificados para servir en espíritu y verdad, viviendo rectamente, lo que no quiere decir que no cometamos errores, pero estos no son por dureza, sino por yerro, para lo cual tenemos abogado para con el Padre, pero una vez identificados, seguir cayendo en lo mismo sería pisotear la sangre del Mesías, sino por el contrario debemos pedir perdón al Eterno, esforzarnos y retornar a la obediencia y santidad.