Un pueblo íntegro con un juez, rey, ministro y profeta verdadero (Deuteronomio 17 y 18)

Por: Thalía Castillo

Deuteronomio 17

V1: Los animales que los israelitas entregaban al Eterno en sus ofrendas y córbanot debían ser sin defecto, porque de otro modo eran considerados una abominación delante del Creador; esta instrucción hace alusión a nuestro Mesías, quien fue sin tacha, en él no hubo defecto, ni transgresión y su ejemplo nos enseña a presentarnos de la misma forma delante Elohim, procurando cada día de nuestra vida ser Tamín (íntegros), para ser hallados aprobados por el Padre. También la aplicación espiritual de este mandamiento es una exhortación a que todo lo que le ofrezcamos al Padre (oraciones, votos, servicio, ayunos, nuestro tiempo…) debemos hacerlo de forma correcta, enfocados en Él, con gozo y de todo corazón.

V2-7: La idolatría llevaba consigo la muerte, quien servía a dioses ajenos y el hecho era confirmado por el dicho de 2 o 3 testigos debía morir irremisiblemente, esta pena era tan severa para que nadie se atreviera a cometer tal acto, tan abominable. El Eterno, aborrece rebeldía y mandaba a extirpar ese mal de raíz para que el resto del pueblo no fuera contaminado. Y hasta hoy somos llamados a erradicar radicalmente de nuestra vida todo aquello que nos desvíe, no podemos tener compasión al eliminar la rebeldía y la transgresión, no dejemos de examinarnos y esforzarnos, pues basta solo un poco de levadura para leudar toda la masa.

V8-13: Todo asunto difícil de resolver debía ser presentado ante los ministros y los jueces, quienes debían juzgar con justo juicio, sin parcialidad, y además sus vidas tenían que ser irreprensibles. Éxodo 18:21 Pero, escoge tú mismo entre todo el pueblo a hombres de valor, temerosos de Elohim, hombres veraces, aborrecedores del lucro, y ponlos por príncipes de miles, príncipes de cientos, príncipes de cincuenta y príncipes de diez. Estos varones no podían dejarse corromper por el soborno. Yeshúa es la muestra de un ministro y juez íntegro, que vivió sin pecado y juzgaba e instruía de forma justa, pero por medio de él, nosotros como creyentes somos hechos ministros de su reino, por tanto, tenemos la responsabilidad de instruirnos y prepararnos en santidad, justicia y obediencia, para ser capaces de emitir juicios justos, comenzando desde nuestra propia vida y a su vez ayudar a otros a regresar al Eterno, para vivir en su reino.

Tito 1:5 Por esta razón te dejé en Creta: Para que pusieras en orden lo que faltaba y designaras ancianos en cada ciudad, como te ordené:

Tito 1:6 El que sea irreprensible, marido de una sola mujer, que tenga hijos creyentes, que no estén acusados de libertinaje o rebeldía.

Tito 1:7 Porque es necesario que el supervisor sea irreprensible, como administrador de Elohim: No arrogante, ni iracundo, ni adicto al vino, ni pendenciero, ni codicioso de ganancias deshonestas;

Tito 1:8 sino hospitalario, amante de lo bueno, prudente, justo, santo, dueño de sí mismo;

Tito 1:9 que retenga firmemente la palabra fiel, conforme a la doctrina, a fin de que sea capaz de exhortar con sana enseñanza y de refutar a los que contradicen.

V14-15: El Eterno les confirma que cumpliría su promesa de entrarlos y hacerlos habitar la tierra, y hasta ese entonces había reyes sobre Israel, pues Elohim reinaba sobre su pueblo, solo tenían al Kohen Hagadol como figura superior, pues era quien tenía el Urím y el Tumím, y estaba en comunión directa con el Eterno para transmitir su voluntad, y, por otro lado, había jueces para administrar la justicia. Pero el Creador sabía que en algún momento el pueblo querría poner un rey como las naciones a su alrededor (imitar), el mandamiento de no adoptar las costumbres de las naciones, está a lo largo de toda la Tórah, una y otra vez el Padre les repite que ellos debían ser apartados, que eran el pueblo de su posesión, que no podían asimilarse, pero, aunque lo repite muchas veces, sabía que eran un pueblo de dura cerviz, por eso se adelanta  a decirles, cómo lo debían hacer, el libro de Samuel nos narra ese momento cuando los israelitas pidieron un rey, ellos querían ser gobernados por un hombre, tener una figura política que los representara, y eso molestó a Samuel, pues mostraba la inconformidad del pueblo con la dirección que estaba establecida, entonces el Eterno le dijo

1Samuel 8:7 Y dijo el Eterno a Samuel:  Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti,  sino a mí me han desechado,  para que no reine sobre ellos.

1Samuel8:8 Conforme a todas las obras que han hecho desde el día que los saqué de Egipto hasta hoy, dejándome a mí y sirviendo a dioses ajenos,  así hacen también contigo.

Con esta petición estaban rechazando al Eterno, aunque Samuel les aclaró en ese capítulo 8 lo que les haría un rey:1 que los sometería, 2 que haría a sus hijos e hijas esclavos y 3 tendrían un yugo pesado, pero no quisieron escuchar. Hasta hoy vemos lo mismo, como la humanidad prefiere someterse a sistemas políticos o religiosos, seguir doctrinas de hombres, aunque tengan que llevar una pesada carga, antes de permitirle al Creador reinar en sus vidas por medio del Mesías, obedeciendo su instrucción.

 El Eterno no se impone, si ellos deseaban un rey, Él se los permite, pero sería Él, quien lo escogiera, esto nos hace alusión, a que producto de la condición caída de la humanidad, que se rebela contra Elohim, y no han querido que Él reine sobre ellos,  Él necesitaría enviar un rey, aquel que cumpliría su voluntad en esta tierra, y ese es nuestro Mesías Yeshúa, que nos enseñó que el reino del Eterno no es como los de este mundo, que persiguen la riqueza y el poder, sino todo lo contrario, su reino consiste en regresar al Creador para cumplir su voluntad, el Mesías es ese rey que nos muestra el camino en que debemos andar, que nos juzga con justo juicio y nos acerca al Padre, pero en su debido tiempo, una vez que sean cumplidas todas las cosas, le entregará el reino al Padre y él mismo se someterá a Él, para que el Todopoderoso sea el rey sobre todas las cosas, como lo es desde el principio.1Corintios 15:27  Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies.  Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas.

1Corintios15:28 Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas,  para que Elohim sea todo en todos.

– ¿Por qué el rey debía ser escogido por el Creador ?

Porque el Eterno no ve como mira el hombre, que se fija en apariencias, si Él dejada elegir a los israelitas, escogerían, al más alto, fuerte, quien a la vista tuviera el mejor aspecto y pudiera ser la figura que los representara, pero el Eterno ve el corazón, Él escogió a David que era un hombre íntegro, que realmente lo amaba y le sería fiel, 1Samuel 16:7  Y el Eterno respondió a Samuel:  No mires a su parecer,  ni a lo grande de su estatura,  porque yo lo desecho; porque el Eterno no mira lo que mira el hombre;  pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos,  pero Elohim mira el corazón.

Y es también una sombra del Mesías, que la escritura nos dice que no tendría una apariencia deslumbrante, ni el más lindo parecer, pero su vida reflejaba al Creador en todos los aspectos, él mismo lo decía, que no vino a hacer su voluntad sino la del Padre que lo envió. Este es un principio que podemos aprender para todos los aspectos de nuestra vida, desde los más simples hasta los más complejos, no juzgar por las apariencias, por lo que parezca más atractivo a nuestros ojos, sino hacerlo con justo juicio, dirigidos por la instrucción, y con la guía del Aliento Santo, pues solo el Eterno conoce todas las cosas y que hay en cada corazón.

Por otra parte, el rey no debía ser extranjero, quien mejor para velar por los intereses del pueblo que uno de sus propios hermanos israelitas. Por ejemplo, en tiempos del rey Herodes (descendiente de edomitas), el pueblo estaba totalmente desviado, fue un rey que no obedeció la Tórah, ni temía al Eterno, solo velaba por sus propios intereses.

El Mesías como rey también cumple con este requisito, aunque desciende del Padre,pues su naturaleza es celestial, nació de una mujer israelita.

V16: Aumentar sus caballos hace referencia a hacerse de un gran ejército, pues esto llevaría al rey a poner su confianza en sus propias fuerzas y en las riquezas y no en el Creador.

No regresar a Egipto (esclavitud), no debían volver al paganismo, ni hacer alianzas, que los conducirían a volverse a esclavizar a aquella nación y servir a sus deidades.

Ej: El rey Salomón no obedeció esta instrucción

1Reyes 10:26Y juntó Salomón carros y gente de a caballo;  y tenía mil cuatrocientos carros,  y doce mil jinetes,  los cuales puso en las ciudades de los carros,  y con el rey en Jerusalén.

Vemos como acumuló riquezas , lo cual estaba prohibido, por nuestra condición humana pues, tendemos a poner el corazón en ellas, y enaltecernos a nosotros mismos, y entonces caer en la avaricia que es idolatría y nos aparta del Creador. El Mesías nos enseñó todo lo contrario, no buscar hacer tesoros en la tierra donde la polilla y el orín corrompen sino hacer tesoros en los cielos, pues donde esté nuestro tesoro allí estará también nuestro corazón.

Por otra parte Salomón también se alió a Egipto

1Reyes10:28 Y traían de Egipto caballos y lienzos a Salomón;  porque la compañía de los mercaderes del rey compraba caballos y lienzos.

1Reyes10:29 Y venía y salía de Egipto,  el carro por seiscientas piezas de plata,  y el caballo por ciento cincuenta;  y así los adquirían por mano de ellos todos los reyes de los heteos,  y de Siria.

Todo ello me lleva a la siguiente pregunta :¿En quién debe estar nuestra confianza?

Nuestra confianza no debe estar en lo que poseemos, (bienes, conocimientos, habilidades), es decir en aquello que de cierto modo nos hace fuertes, pues esto nos lleva a la jactancia, a que nuestro corazón se eleve y se enaltezca, y que pensemos que es por nuestra propia fuerza que hemos logrado algo, cuando es al Eterno a quien se lo debemos todo, somos deudores, nunca podemos olvidar lo que el Padre ha hecho y hace por nosotros, al contrario debemos vivir dependiendo de Él en cada situación o decisión que vayamos a tomar.

Y por otra parte la aplicación espiritual de no volver a Egipto es que, si fuimos recatados y liberados por medio de Yeshúa, entonces no debemos regresar a aquello que nos esclaviza y que no nos edifica, ni hacer alianzas con el paganismo de este mundo, con sus tradiciones, costumbres y días. Sino mantenernos firmes en el Eterno, esforzándonos cada día de nuestra vida por hacer su voluntad, por no asimilarnos, por renovar nuestra mente y dar frutos dignos de una vida transformada.

V17: Vemos como las mujeres de Salomón desviaron su corazón, sirvió a dioses ajenos y llevó al pueblo de Israel a la apostasía, a invalidar el pacto y olvidarse de su Creador. Los reyes debían ser ejemplo en todo y vivir de forma irreprensible, no ir tras sus deseos sino gobernar con integridad. Y este ejemplo lo vemos en Yeshúa, quien tuvo una vida perfecta (tamin), delante del Eterno. Y es nuestro ejemplo a seguir.

V18-20: La Tórah, es vital para cada creyente, los reyes debían hacerse una copia, estudiarla y meditar en ella día y noche. La firmeza y duración de su reinado dependía de eso. Esto lo vemos en la vida de David, día y noche la Tórah era su meditación y se deleitaba en los mandamientos del Eterno.

Salmo 119:97-103. 97Oh, ¡cuánto amo yo tu ley!Todo el día es ella mi meditación.98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, Porque siempre están conmigo.99 Más que todos mis enseñadores he entendido, Porque tus testimonios son mi meditación.100 Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;101 De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra.102 No me aparté de tus juicios, Porque tú me enseñaste.103 ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.

En Yeshúa también vemos lo mismo, él es la Palabra viva, meditaba, enseñaba y vivía en la instrucción del Eterno.

Deuteronomio 18

La herencia de los levitas era el Eterno, y Él se encargaba de que ellos fueran sustentados donde quiera que estuvieran; los israelitas debían recibirlos y darles un lugar en cualquier tribu que fueran, además de las ofrendas que entregaban; la porción de los ministros era separada en partes iguales, ese era su derecho. Es una muestra de la justicia del Eterno, pues los ministros estaban enteramente dedicados al servicio tanto en el Mishkán como fuera, en la instrucción e impartición de la justicia en el pueblo, por ello el Eterno dispuso todo para que no carecieran de su sustento. Cabe aclarar que esta instrucción fue hasta que existieron levitas, es decir, el tiempo que comprendía el olam de Israel, pero luego de la entrega del Mesías, con su sangre es sellado el nuevo pacto, donde él es nuestro Gran Ministro por el orden Melquisedec y por medio de él, todos los creyentes somos constituidos ministros, no existen levitas espirituales que reciban diezmos, primicias, etc…, sino que todo aquel que ha regresado al Eterno por medio de Yeshúa, está consagrado al Creador y debe servirle con su vida y claro que existen formas de ayuda al prójimo como la tzedaká, pero no por imposición religiosa o amenaza, como tristemente se ve hoy en día.

El Eterno anuncia que enviaría un profeta como Moshé, es decir de su mismo rango, y a él debían escuchar, como sabemos este versículo habla de nuestro Mesías Yeshúa, el profeta al cual oír, y aunque el judaísmo no lo reconozca, toda la escritura nos apunta a él, y su testimonio revela indudablemente que él es el hijo del Todopoderoso,  pues solo hacía la voluntad de su Padre que lo envío, por tanto, mantengámonos firmes y sin fluctuar en todo lo que nos enseñó y perseveremos hasta el fin, pues quien lo desecha, también el Eterno lo desarraigará de su pueblo.

Juan 1:45 Felipe halla a Natanael y le dice: Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la Ley y los Profetas: a Yeshúa, hijo de José, el de Nazaret.

Juan6:14 Entonces los hombres, viendo la señal que había hecho, decían: Éste es verdaderamente el Profeta que había de venir al mundo.

Un testimonio íntegro de nuestro refugio en el Padre (Deuteronomio 19)

Deuteronomio 19 En este capítulo se da el mandamiento acerca de las ciudades de refugio, a las cuales debía huir un homicida que le quitó sin intención la vida a su prójimo, pues aquellos que cometían asesinato de forma premeditada, luego de ser juzgados, debían morir, los vengadores de la sangre tenían la libertad de apedrearlo, pero aquel que se había convertido en homicida por error, podía refugiarse en esas ciudades y huir del vengador de sangre, pero no podía salir de allí hasta la muerte del Gran Ministro, solo así su culpa sería expiada. En ocasiones anteriores hemos tratado este tema por ello no profundizaré en él, pero es importante recordar el misterio que encierra, y ese es el perdón y refugio que obtuvimos por medio de la entrega de Yeshúa, nuestro Kohen Hagadol, nosotros estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, apartados de nuestro Creador, pero por medio de la muerte del Mesías hemos recibido vida y libertad, ahora podemos sin impedimentos acercarnos a nuestro Padre, qui